La riqueza en este país ubicado en un rincón bien al sur no deja de sorprendernos. Las montañas pueden verse rojas, naranjas, verdes, blancas, marrones, incluso algunas alcanzan tonos azules o rosas según su composición mineral. Pero ¿montañas blancas? Argentina también tiene de esto y mucho. Aseguran que están viniendo de todo el mundo a buscar esto que tenemos. Pero hay quienes remarcan que esta gran riqueza se está perdiendo. No estamos haciendo las cosas tan bien como creíamos.
El auge de un recurso clave para el mundo
Una de las principales maneras de medir la riqueza de los países es a través del llamado Producto Interno Bruto (PIB). Este se calcula en bases al total de los bienes y servicios producidos en un país durante un período determinado. Pero no es la única forma. Otro de los indicadores posibles que se pueden mirar refiere a los recursos naturales concretos. Aquellos tesoros que guardan los territorios dentro de sus fronteras con gran potencial.
A nivel regional, América Latina se considera un territorio rico en una gran diversidad de recursos naturales. Desde el agua dulce o los forestales como en Amazonía, múltiples yacimientos minerales. Incluso también cuentan con el desarrollo de hidrocarburos. Pero estas montañas blancas están tomando un protagonismo inesperado. Se trata de un recurso clave para el mundo y podría ser nuestra salvación.
Los número de los datos oficiales no dejan dudas. Esta producción llegó a duplicarse en mayo de 2025 respecto del año anterior. Según el informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), señala que la extracción realizada creció increíblemente un 100% . Con esto se confirma que el auge de este recurso estratégico es una realidad
Una oportunidad histórica
El capital de Argentina de este mineral lo coloca en un lugar privilegiado. Teniendo en cuenta que forma parte del famoso Triángulo de litio, no debería ser una gran sorpresa este crecimiento. Recordemos que se trata de un insumo esencial de cara al futuro de la energía y la transición hacia las renovables. Esto se debe a que se utiliza fundamentalmente en la fabricación de baterías. Se usan sobre todo para el almacenamiento de energía y en vehículos eléctricos.
Sin embargo, lo que llama la atención es el ritmo acelerado en contraste con el año anterior y el rápido auge que alcanzó en poco tiempo. De hecho, en este momento Argentina está batiendo récords inéditos en materia de producción de litio. Esto se debe en gran parte a que nuestro país viene liderando en materia de inversiones. El capital internacional viene prefiriendo los recursos de nuestro territorio norteño frente a otros en la región.
Las condiciones geológicas que resultan más que favorables son un gran punto a favor. Pero no es el único. A esto se suma una estructura de costos competitiva, además un empujón decisivo como el del Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) vigente des 2024 pensado para favorecer estas inversiones. Sin dudas, este super mineral representa una oportunidad histórica para el país. Pero como gran tesoro implica una gran una responsabilidad.
El lado B del litio
En este sentido, la enorme fuente de riqueza y este boom del litio argentino no puede quedarse sólo en atraer inversiones. Sabemos que compañías gigantes en todo el mundo, con origen en China, Canadá, USA y países europeos, están interesadas en lo que tenemos. Incluso muchas inversiones se han concretado en grandes proyectos que ya se encuentran en marcha en el país. Pero detrás de este boom, hay un lado B poco feliz.
Recientemente se presentó una escandalosa denuncia la Justicia federal por la Cámara Latinoamericana del Litio. Aseguran que estas empresas declararon precios menores por debajo del promedio internacional. De esta manera se permitió la fuga de divisas y evasión fiscal en un total vacío regulatorio. Con esto se habría producido una terrible pérdida de alrededor de USD 403 millones en divisas no ingresadas al país. Esto no debe volver a pasar si elegimos una verdadera visión de futuro como otros impensados. La transparencia y el control serán claves.