Una serie de leguas de fuego que arden puede resultar un paisaje hipnótico y terrible. La sucesión de incendios que vienen azotando en distintas zonas del país cada verano, como en la Patagonia, pero también en provincias como Córdoba, Chaco y Corrientes son solo una muestra del daño. También en distintas partes del mundo como en California y Los Ángeles, este tipo de fenómenos ya no son una sorpresa. Sin embargo, esto es un poco diferente. Se trata de un fuego que nunca se apagó. Arde desde hace más de 50 años.
Un error infernal
El fuego puede tener muchos significados. Desde su descubrimiento acompaña al desarrollo de la humanidad. Puede representa una poderosa fuente de calor frente al frío o la posibilidad de iluminar durante la noche pero también una arma para defenderse. También representó poder cocinar la comida y su uso para el desarrollo de herramientas o distintas piezas. Además, se considera un poderoso símbolo de lo sagrado.
Pero este fuego en particular representa un grandísimo error. No sería la primera vez que los humanos avanzan con la excusa del progreso generando una gran destrucción. La huella de carbono es un buen ejemplo de cómo las actividades humanas dejan una estela de gases contaminantes. Pero también los incendios provocados intencionalmente o por descuido de las personas que están dañando ecosistemas enteros.
Se trata de un cráter con llamaradas y una producción extrema de gases de metano denominado “Portal del Infierno”. Esta alta concentración es considerada tóxica, de manera que resulta dañina tanto para la salud de las personas como para el medioambiente. Su origen se remonta a 1971, allí un equipo soviético estaba explorando posibles yacimientos con riquezas. Pero por un error perforó una bolsa de gas natural produciendo este desastre.
¿Qué es el Portal del Infierno?
Se trata de una llama muy distinta, ininterrumpida durante 54 años. Frente a esta perforación errada, los soviéticos detectaron que contenía una fuga masiva de de metano. En su momento consideraron que si lo prendían fuego, el mismo ayudaría a extinguir el gas y el fuego se apagaría en unos cuantos días. Pero esto nunca ocurrió. Hasta ahora. Expertos aseguran que este fuego que arde desde hace mucho podría apagarse de un momento a otro.
También llamado Cráter de Darvaza, es un extraño pozo de gas con un diámetro de 69 metros y una profundidad estimada en 30 metros. Ubicado en el medio del desierto de Karakúm, Turkmenistán. Desde 1971 está quemando metano a más de 1000 grados centígrados. Debido a esto, hace décadas se encuentra bajo monitoreo satelital. Mientras, Turkmengaz (la compañía nacional de gas de Turkmenistán,) y la ONU están trabajando allí.
En este sentido, sus expertos aseguran que esta enorme fuente de contaminación en Asia Central comenzó a dar señales positivas. Tras largos años de combustión se estaría apagando. Una de las medidas que han realizado es la perforación de múltiples pozos en la zona cercana al cráter. Esta especie de contención permitió extraer el gas antes de que llegue a la superficie. De esta manera, se redujeron notablemente las emisiones de metano.
Un cierre necesario
El tristemente célebre Portal del Infierno de Turkmenistán, después de tanto arder parece estar cerca de un cierre. Aseguran que este enorme cráter ardiente, distinto de otros que tragan pueblos enteros podía verse durante la noche incluso a kilómetros de distancia. Si bien no deja de resultar un fenómeno especialmente atractivo por su particularidad, que además nos ayudó a aprender de nuestros propios errores, permitiendo estudiar su comportamiento. Se trata de un cierre más que necesario ya que representa un foco de altísima contaminación. Asimismo, a esto se agrega un peligro latente relacionado a la presencia de fuego que siempre se puede perder el control.