Elon Musk está dispuesto a todo por conseguir el litio necesario para cumplir sus objetivos empresariales. Quiere volar por los aires un volcán y no es el único. El litio ha sido calificado como “oro blanco” por la demanda al alza que registra. Varias industrias lo quieren por su rol clave en la fabricación de coches eléctricos y herramientas cruciales para el uso de renovables. Las regiones de Bolivia, Argentina y Chile ya son mundialmente conocidas con su participación en el reconocido Triángulo del Litio. Atesora grandes yacimientos de litio que las coloca en un punto estratégico a nivel mundial.
Bolivia alberga el Salar de Uyuni, uno de los campos de litio con mayores dimensiones del mundo. En Argentina, se “disfruta” de salares como el del Hombre Muerto, ubicados en Catamarca y Salta. Contienen cantidades considerables que han propiciado iniciativas mineras internacionales. Chile hace lo propio con el Salar de Atacama, famoso por la pureza y la calidad de su litio, aspecto que lo transforma en un agente crucial en el mercado de baterías y energías renovables.
Más allá del Triángulo del Litio, Australia se alza como líder del mundo en el campo de la extracción, sobre todo de espodumena, con su mina de Greenbushes. China ha afianzado su presencia estratégica en el sector con un mix entre exploración propia y control sobre la cadena de valor, con el respaldo de inversiones masivas. Estados Unidos también tiene su cuota de protagonismo en el mercado del litio. Lugares como Nevada reportan yacimientos significativos para la industria tecnológica y la elaboración de baterías para vehículos eléctricos.
Elon Musk posa sus ojos sobre este yacimiento de litio: hará de todo para explotarlo
Tras comunicarse el plan descabellado de Elon Musk, ha salido a la luz lo que pretende hacer con el supervolcán McDermitt. Está ubicado en la frontera entre Nevada y Oregón y lleva extinto desde hace más de 16 millones de años. Pero lo llamativo (en esta ocasión) es que dispone de una de las mayores reservas de litio del mundo. Las capas sedimentarias acumuladas después de la explosión volcánica atesoran litio.
Su concentración está seis veces por encima de la media. Los primeros informes geológicos, que abarcan perforaciones y estudios, pusieron de manifiesto la existencia de toneladas de litio. Los cálculos expuestos evidencian que el yacimiento podría generar litio suficiente como para fabricar baterías destinadas a 600 millones de coches eléctricos.
Para una compañía como Tesla, contar con una fuente de litio tan rica en su propio país supondría un importante beneficio. Hasta ahora, la producción de litio está sujeta a países como China o Bolivia, territorios donde los costes logísticos y geopolíticos suben el precio de las baterías.
Elon Musk necesita mucho litio: esta reserva se lo podría proporcionar
De tener el control de esta reserva, Elon Musk podría asegurarle el suministro a su compañía, bajar costes de fabricación y brindar a sus clientes coches más asequibles. De esta manera, afianzaría su competitividad frente al mercado de China.
El valor estimado de este yacimiento rebasa los 1,5 billones de dólares. Disponer del control de estas reservas asentaría las finanzas de Elon Musk y dispararía el liderazgo de Tesla en el mercado internacional. Sin embargo, el magnate no es el único que está dispuesto a tener bajo su dominio este lugar de Estados Unidos.
Elon Musk tendrá que competir con Jeff Bezos para obtener su propio litio
Jeff Bezos, con la startup Slate Auto, apoyada por su marca de inversión, también ha mostrado interés en el proyecto. La firma, que quiere elaborar vehículos eléctricos asequibles y personalizables, también podría obtener grandes ventajas teniendo el control sobre este yacimiento.
Elon Musk quiere volar por los aires un volcán con suficiente litio para fabricar 600 millones de autos. Pero mientras se define qué sucede con este yacimiento, advierten sobre la alianza que involucra a Elon Musk y sacude las telecomunicaciones de Argentina.