Gigantes de 100 metros están acaparando la atención del sector de la energía. Están sabiendo cómo “robar” la energía de la gran estrella, a la que también llamamos Sol. Este gigante luminoso va más allá de una esfera ardiente en el cielo. Nos proporciona luz y la energía que necesitamos para concretar un gran número de actividades diarias. Desde tiempos inmemoriales, el ser humano ha observado con atención al astro rey.
Incluso lo ha reverenciado. El uso del Sol como fuente de energía tiene su origen en la antigüedad. Se trata de una práctica más que arraigada en lo más profundo de la historia de la humanidad. Las civilizaciones llevan siglos aprovechando la energía solar de diferentes formas. Todas ellas para cubrir sus necesidades básicas. Un ejemplo concreto y simple es la iluminación de hogares y otras estructuras durante el día.
Emana una cantidad monumental de energía en forma de radiación electromagnética. La radiación viaja por el espacio y llega hasta la Tierra como luz y calor. Otra forma extendida en el uso energético del Sol es la solar fotovoltaica. A través de células solares, se pasa la luz solar a electricidad. Sin embargo, se ha ideado otra manera de crear energía de la gran estrella.
Esta forma de aprovechar energía del Sol tiene al mundo en shock
Hace poco, hablábamos del Santo Grial de la energía solar. Pero ahora el centro de atención cambia. Está sobre la primera central solar de torre central en explotarse a nivel comercial. Está ubicada a unos 18 kilómetros al oeste de Sevilla (España), en Sanlúcar la Mayor. Recibe el nombre de Solúcar PS10. Corresponde a un tipo de planta solar que, como su denominación sugiere, cuenta con una torre central clave para su funcionamiento.
Su inauguración tuvo lugar en 2007 y, desde ese momento, ha producido un gran número de megavatios de energía por año. Otras piezas superiores de su tipo la han rebasado en capacidad. Conforme la energía solar fue expandiéndose, comenzaron a aparecer diversos modelos de plantas solares. Uno de ellos fue la central solar de torre central.
La iniciativa sevillana comenzó en 2004 y, aunque se inauguró de forma oficial en 2007, su producción no inició hasta el año 2013. Como ya mencionamos, la PS10 fue la primera central solar de torre central que se explotó a nivel comercial en todo el mundo.
Cómo funciona esta manera de crear energía del Sol
Este tipo de instalaciones centralizan su funcionamiento en una torre. También cuentan con heliostatos, paneles de espejo que siguen el movimiento del Sol. En el caso de la torre de Sevilla, hablamos de 624 espejos que ocupan 60 hectáreas. La torre central disfruta de una medida de 115 metros de altura. Cada uno de los heliostatos dispone de una superficie de 120 m2.
Los heliostatos reflejan la luz solar hacia un receptor ubicado en la parte superior de la torre central. Dicho reflejo de una intensidad elevada. Es más, el halo de vapor de agua y partículas de polvo del aire es visible. De esta manera, forja un resplandor en esa parte superior en la que se ubica el receptor. Este reflejo consigue que el receptor se caliente y produzca vapor a 257 ºC por el agua a presión que circula por unas tuberías.
El vapor se envía a la turbina generadora de electricidad. Una porción se almacena en tanques acumuladores. Así puede utilizarse en instancias de escasa producción. En este punto, se diferencia de las centrales fotovoltaicas que sí suelen verse. PS10 transforma alrededor del 17% de la energía solar que llega el reflejo.
Produce 11 megavatios y otorga energía suficiente para 5500 hogares. Según Abengoa, supone el ahorro de 6700 toneladas de dióxido de carbono (CO2). El nombre de Planta Solúcar abarca a PS10, PS20 y Solnovas. Conjuntamente, generan 183 megavatios anuales. En teoría, son suficientes para brindarles abastecimientos a 94 000 hogares y evita la emisión de unas 114 000 toneladas de CO2.
No es la única torre de estas características en España
En 2011, comenzó sus operaciones Gemasolar, otra torre central ubicada en Andalucía. Las despliega con 2650 heliostatos en 195 hectáreas. Su producción anual es de 100 megavatios. Fue la primera que se explotó en términos comerciales con una particularidad especial.
Corresponde al mismo tipo de centrales que el anterior proyecto, pero usando un sistema de almacenamiento térmico en sales fundidas. Gigantes de 100 metros que le roban energía a la gran estrella cada vez más ganan mayor notoriedad. En paralelo, Japón ha revelado un nuevo tipo de energía solar, más potente que 20 reactores nucleares.