Este año, está siendo intenso en cuestiones de energía. A lo largo del mundo, se han confirmado apoteósicos proyectos. Muchos de ellos serán un antes y un después para la humanidad. En este contexto, Asia tiene una gran cuota de importancia. Uno de los proyectos más llamativos es The Line, parte del megaproyecto NEOM en Arabia Saudita.
Se trata de una ciudad lineal de 170 km de largo, 500 metros de altura y solo 200 metros de ancho. Ha sido diseñada para acoger a 9 millones de personas con una densidad urbana nunca vista. Un diseño espejado en el desierto recrea un ecosistema urbano cerrado. Está conectado por un tren de alta velocidad capaz de recorrer la ciudad en 20 minutos. Suprime el uso de automóviles.
Los reemplaza por trenes subterráneos y taxis voladores eléctricos. El 100% de su abastecimiento provendrá de energías renovables. Integrará IA para monitorear y optimizar servicios urbanos. Se prevé que esté lista para 2045. Asia también llama poderosamente la atención con el parque solar Khavda. Ubicado en el distrito de Kutch, Gujarat, India.
Podría convertirse en el mayor parque de energía renovable del mundo. Alberga una capacidad proyectada de 30 gigavatios (GW). Combinará energía solar y eólica para ofrecer suministro a unos 18 millones de hogares en India. En marzo de 2024, Adani Green Energy Limited (AGEL) puso a trabajar 1 GW de capacidad solar, con la instalación de 2.4 millones de módulos fotovoltaicos.
Crearán la mayor fuente de energía del mundo: también en Asia
Después de hallar un yacimiento masivo de energía, China vuelve a estar en la palestra. En esta ocasión, por el inicio de la construcción de la mayor presa hidroeléctrica del mundo en el Tíbet. Lo ha anunciado Li Qiang, primer ministro chino. Estará situada en el borde oriental de la meseta tibetana. Tendrá un coste de alrededor de 170 000 millones de dólares. Esa es la información que llega desde la agencia oficial de noticias Xinhua.
Es la propuesta hidroeléctrica más ambiciosa del país oriental desde la presa de la Tres Gargantas del río Yangtsé. El plan es que sus operaciones comiencen en la década de 2030. La presa está conformada por cinco centrales hidroeléctricas en cascada.
Se localizará en el curso bajo del Yarlung Zangbo. En este punto, un tramo del río cae unos 2000 metros en un acotado espacio de 50 kilómetros, lo que brinda un significativo potencial hidroeléctrico. Según registra Reuters, India y Bangladesh ya han expuesto su preocupación. Temen el posible impacto que esto pueda ocasionar a las millones de personas que viven río abajo.
China planea hacer algo grande con su energía, pero podría tener graves consecuencias
Al tiempo, las ONG advierten del riesgo que el proyecto supone para el medioambiente. Es una apuesta arriesgada por varios motivos. Uno de ellos es que el emplazamiento está en una zona altamente sísmica. Asimismo, las estructuras de grandes dimensiones como la que se planea suelen ocasionar desplazamientos y descontento poblacional.
Por su parte, desde Pekín se aseguró que la presa ayudará a cubrir la demanda de energía en el Tíbet y el resto de China, sin incidir en gran medida sobre el suministro de agua río abajo ni al ecosistema cercano. Tendrá capacidad para generar 300 000 millones de kilovatios por hora de electricidad al año.
Objetivo del nuevo proyecto de energía de China
China busca satisfacer la creciente demanda de energía de China y afianzar su liderazgo en el campo de las renovables. La mayor fuente de energía creada por el hombre estará en China. Costará alrededor de U$S 170 000 millones para 300 TWh, aunque todavía debe solventar la polémica que hay a su alrededor. En paralelo, el país oriental ya ha comenzado a trabajar en otro ambicioso proyecto.