La apuesta por las renovables sigue creciendo en distintos rincones del planeta. Esto no es una sorpresa teniendo en cuenta que el desarrollo de energías se transformó en un tema central de los gobiernos más influyentes del mundo. La crisis energética y el temor por el fantasma de los apagones que ronda de manera constante parecen no tener descanso. Pero hay un nuevo desarrollo que está sacudiendo las renovables. Este dispositivo lleva la energía solar a otro nivel. Su instalación resulta insólitamente simple. ¿Será el fin de los paneles solares gigantes?
Hacia lo simple
Ciudades colapsadas, incluso muertes y una enorme pérdida de dinero. Las consecuencias de la interrupción radical del suministro eléctrico, como los extensos apagones que sucedieron en el último tiempo en Europa y en Chile, ya las empezamos a ver. Nadie quiere esto. En este contexto, los países están redoblando sus esfuerzos en materia de energía. Teniendo en cuenta el desafío de la descarbonización, muchos ya avanzaron con distintos parques eólicos y solares.
Si bien el impulso de las energías limpias incluye una gran variedad, desde el hidrógeno verde, biomasa, hasta la energía producida por el mar, entre otras, la solar y la eólica son las más extendidas. Esto se debe en gran medida a que dispositivos sencillos, como los paneles solares y los aerogeneradores, permiten aprovechar fácilmente la energía del sol o del viento, tanto en grandes parques como en los hogares. Pero esto resulta aún más simple.
Ya no será solo para las casas ubicadas en zonas alejadas; tampoco será obligatorio ocupar grandes extensiones de hectáreas, como se viene haciendo hasta ahora con los paneles tradicionales, enormes y pesados. Hay una nueva propuesta para la energía fotovoltaica que apunta a llegar a lugares inesperados. China y Reino Unido están a la cabeza de este desarrollo. Se trata de un panel especial super flexible y liviano.
Instalación super fácil: solo hay que pegarlos
Lograr paneles ligeros y flexibles resulta ideal para favorecer su instalación y con ello su expansión. Sin embargo, a lo largo del tiempo, científicos y expertos no lograban dar con la tecla. Esto se debía en gran parte a que la reducción del peso implicaba a su vez la pérdida de eficiencia. Para afrontar este desafío, cambiaron la estrategia incorporando materiales altamente transparentes y tecnología inédita. Logran algo único: paneles que se pueden pegar.
¿Será otro final anunciado? Se trata de películas ultradelgadas que pueden aprovechar la luz solar. Lo que más llama la atención es que pueden adherirse fácilmente a cualquier tipo de superficie. Esto representa un salto enorme hacia la simplificación de la instalación. Solo requiere pegarlo y ya empieza a generar electricidad. Esto podría revolucionar el mundo de las energías y favorecer de manera notable la democratización del acceso a las renovables.
Este formato de capa adhesiva permite una flexibilidad ideal que favorece su adaptación a las superficies más diversas. Además, lograron un peso 70% menor que el de los paneles tradicionales. La empresa británica Power Roll logró llevar adelante este innovador diseño con una tecnología especial basada en microcanales con materiales conductores y tinta fotoactiva. Por otro lado, la China Polyshine Solar también se está enfocando en esta producción.
¿Adiós a los grandes paneles?
Tanto desde Power Roll como desde Poyshine aseguran que queda un largo camino por delante para seguir revolucionando la solar. En principio, los planes se orientan a seguir apostando a este desarrollo para aumentar la capacidad productiva de estos paneles ultradelgados por un lado y, por otro, incrementar la capacidad de producir electricidad. Sin embargo, más allá de apuntar a perfeccionar los niveles de eficiencia energética, el cambio de enfoque de la industria podría marcar un cambio de paradigma. Desde producir energía limpia de la manera más simple posible (con un peso mínimo y fácil de instalar) hasta la aceleración de la adopción plena de las renovables. Mientras tanto, los grandes paneles seguirán funcionando. Hacia allá vamos.
