El nuevo futuro de la humanidad podría escribirse más allá del petróleo y las energías renovables. Hace tiempo que el sector energético vive una dualidad con el petróleo y las energías renovables, ya que ambas opciones brindan abastecimiento, pero de formas muy distintas. Por un lado, el petróleo es el que mantiene gran parte de la economía mundial con una robusta infraestructura. En contraposición, las renovables (como la solar, eólica e hidroeléctrica, entre otras) surgen como alternativas sostenibles frente a la crisis climática.
Del petróleo a las energías renovables, la transición actual
Durante décadas, el petróleo se alzó como la principal fuente energética global. Su facilidad de transporte y almacenamiento, de la mano de su densidad energética, lo convirtieron en el motor de la revolución industrial y el crecimiento económico moderno. No obstante, su combustión produce emisiones de gases de efecto invernadero, acelerando el cambio climático y la degradación ambiental.
Desde su lugar, las renovables emergen como una opción sostenible para disminuir la dependencia de los combustibles fósiles finitos. La tecnología ha permitido que las renovables lleguen a la masividad. En un gran número de países, ya se permiten competir en valores con el petróleo y el gas.
Sin embargo, todavía muestran retos significativos como la intermitencia (puesto que dependen de las condiciones climáticas existentes) y la necesidad de almacenamiento eficiente. En medio de estas dos alternativas surge otra: la energía nuclear.
Energía nuclear, energía limpia no renovable
Tras exponerse que Rusia está llevando a la energía nuclear al siguiente nivel, el foco del sector energético se ubica sobre el potencial de la energía nuclear. Este tipo de energía no se considera renovable, pero sí limpia. La energía nuclear no puede considerarse una fuente de energía renovable porque utiliza recursos finitos en su proceso de creación, como el uranio.
Sí se la cataloga como una energía limpia porque se trata de una fuente de producción de electricidad con bajas emisiones de carbono. Frente al potencial de la energía nuclear, la compañía Zap Energy ha presentado ante el mundo su nuevo dispositivo de fusión Fuze-3.
Máquina con la que consiguió llegar a presiones récord de plasma superiores a 232 000 psi (1,6 GPa) y temperaturas superiores a 21 millones de grados Fahrenheit (equivalente a 11,7 millones de grados Celsius). El anuncio se dio durante una reunión de investigación en Long Beach, California. Supuso un antes y un después para la energía de fusión limpia y sostenible.
El dispositivo opera desde la sede de la firma a las afueras de Seattle. Toma la perspectiva de fusión Z estabilizada por flujo cortante. Se trata de un sistema menos explorados que los tokamaks o láseres usados en otras propuestas, pero que promete una mayor simplicidad técnica y costos más bajos. Zap Energy consiguió rebasar el límite anterior de presión de plasma debido a un rediseño técnico.
Incluyó un tercer electrodo en su reactor. Aspecto que permitió la adopción de dos bancos de energía en lugar de uno. Esto habilitó un control mayor sobre la evolución de plasma durante los pulsos eléctricos que lo calientan y comprimen.
Diferencia entre energía nuclear por fusión y energía nuclear por fisión
La fisión nuclear y la fusión nuclear son dos procedimientos cruciales en la energía nuclear. Ambos liberan una importante cantidad de energía. Si bien los dos procesos abarcan modificaciones en el núcleo de los átomos, son muy diferentes en su funcionamiento y aplicaciones. La fisión sucede cuando un núcleo atómico pesado vive una división en núcleos más ligeros. En contraposición, la fusión tiene lugar cuando núcleos ligeros se combinan para conformar un núcleo más pesado.
El hito alcanzado por Zap Energy podría significar un antes y un después para el sector energético que podría dejar de lado al petróleo y a las energías renovables para centrarse en la energía de fusión. Ese podría ser el nuevo futuro de la humanidad. Mientras esto se define, Argentina apuesta por estos 8 proyectos de energía nuclear.
