La llegada del verano no solo trae consigo días de pileta y helados. También trae un aumento considerable en el consumo eléctrico. Y esto suele disparar las facturas. Con la actualización de tarifas y el contexto energético nacional, deberás adoptar estrategias para ahorrar energía en verano. Aquí te brindamos las claves para mantener tu casa fresca. ¡Sigue leyendo para saber más!
¿Por qué las facturas de luz aumentan en verano?
El principal culpable del aumento de las facturas durante el verano es el uso intensivo y prolongado de los equipos de refrigeración. Las altas temperaturas obligan a que el aire acondicionado, el ventilador y la heladera trabajen a su máxima capacidad. Y, también, por más horas al día. El sistema energético puede experimentar picos de demanda. Con los ajustes tarifarios, el costo por kilovatio hora suele reflejar esa tensión, generando un mayor consumo de energía en verano.
¿Por qué es importante ahorrar energía en verano?
Ahorrar energía es crucial por dos motivos: el impacto económico y la estabilidad del sistema. Una gestión ineficiente puede duplicar o triplicar el gasto mensual. Además, al reducir el consumo en casa, contribuimos a aliviar la presión sobre la red eléctrica nacional. Esto a prevenir cortes o “apagones”. Estos son frecuentes durante los picos de demanda estival. Aquí es donde comprender por qué ahorrar energía en verano resulta fundamental.
¿Qué pasa si no lo intento?
Si ignoras las medidas de ahorro, el impacto será directo en tu economía doméstica. Recibirás facturas con montos inflados que desestabilizarán tu presupuesto. Adicionalmente, el desgaste de tus electrodomésticos por el sobreesfuerzo será mayor. En consecuencia, acortas su vida útil. Y lo más inmediato: podrías sufrir interrupciones del servicio eléctrico por colapso de la red y ver afectada tu factura de luz en verano.
Consejos para ahorrar energía en verano en casa
Para hacerle frente a esta época, te traemos algunos consejos. Síguelos y ahorra energía en verano.
Mantén la temperatura ideal del aire acondicionado
Establece el aire acondicionado en la temperatura de confort recomendada. Generalmente, se considera entre 24 °C y 25 °C. Cada grado que bajes de esa marca puede aumentar el consumo hasta un 8%. Usa la función “Timer”. Así se apagará automáticamente. Recuerda limpiar los filtros al menos cada 3 meses para optimizar su rendimiento y mantener bajo control la temperatura de aire acondicionado.
Cierra persianas y cortinas durante el día
El 30% del calor que entra a una casa lo hace a través de las ventanas. Durante las horas de sol intenso (10 a 16 hs), mantén cerradas las persianas, toldos o cortinas oscuras. Esta simple acción actúa como una barrera térmica. Así reducirás significativamente la necesidad de encender o forzar el equipo de refrigeración, algo clave para saber cómo ahorrar energía en verano.
Revisa el burlete de la heladera y el freezer
La heladera es uno de los electrodomésticos que más consume. Comprueba que los burletes de las puertas sellen correctamente. Así podrás evitar fugas de frío. Puedes hacer la prueba del papel: si un papel insertado en la puerta se desliza fácilmente, es hora de cambiar el burlete. De esa forma, aseguras que el motor no trabaje de más, contribuyendo al ahorro de energía en verano.
Utiliza el lavarropas y lavavajillas en horas de menor demanda
Programa el uso de electrodomésticos de alto consumo, como lavarropas y lavavajillas. Úsalos en las horas nocturnas o de madrugada. Esto es más eficiente para la red. Además, evitas que el calor que desprenden estos aparatos eleve la temperatura interna de tu hogar durante el día, una estrategia clave para cómo ahorrar más energía en verano.
Reemplaza los focos tradicionales por tecnología LED
Si aún usas focos incandescentes o halógenos, reemplázalos por lámparas LED (Diodo Emisor de Luz). Las LED consumen hasta un 85% menos de energía. Y, lo que es clave en verano, casi no emiten calor. Esto contribuye doblemente al ahorro. Es decir, menos consumo de iluminación y menos trabajo para el aire acondicionado.
Desenchufa los aparatos que no uses
Muchos electrodomésticos y cargadores siguen consumiendo electricidad aunque estén apagados. Desconecta el televisor, el router de internet, y los cargadores de celular cuando no estén en uso. Utilizar zapatillas con interruptor es una excelente práctica. Así puedes cortar la energía de varios aparatos a la vez.
Evita usar el horno y la plancha a gas
El horno y la plancha, además de su propio consumo, generan una gran cantidad de calor residual en la cocina. Esto fuerza nuevamente al aire acondicionado. Opta por comidas frescas. Puedes utilizar el microondas o preparaciones rápidas. Si es indispensable, enciéndelos al anochecer. Allí las temperaturas exteriores son más bajas.
Ventila estratégicamente al amanecer y anochecer
Abre puertas y ventanas durante las horas más frescas del día. Es decir, temprano en la mañana o luego de la puesta del sol. Así puedes generar una corriente de aire cruzada. Ciérralas justo antes de que el sol empiece a calentar. De esta manera, atrapas el aire frío dentro de la casa.
Optimiza el uso de computadoras y equipos electrónicos
Las computadoras y otros dispositivos electrónicos generan calor. Si vas a estar mucho tiempo frente a la pantalla, procura usar notebooks en lugar de desktops. Lo cierto es que consumen menos. Además, ajusta el brillo de las pantallas al mínimo confortable. Así puedes reducir el consumo energético del monitor.
Considera la certificación de eficiencia energética al comprar
Al adquirir un nuevo electrodoméstico (especialmente un aire acondicionado o heladera), verifica que tenga la etiqueta de eficiencia energética A o superior. El costo inicial puede ser mayor. Sin embargo, el ahorro en la factura a largo plazo, validado por normativas argentinas, lo compensará.
¿Cuál es la temperatura ideal del aire acondicionado para ahorrar energía en verano?
La temperatura ideal para lograr el máximo confort con el menor consumo es mantener el termostato entre 24 y 25 grados. Estudios y recomendaciones del Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) señalan que cada grado por debajo de 24 grados puede incrementar el consumo eléctrico entre un 5% y un 8%. Ajustar el equipo a esta temperatura evita el derroche y reduce la factura de luz en verano.
¿Cuánta energía puedo ahorrar en verano?
Implementando las diez estrategias mencionadas, puedes lograr un ahorro significativo. Este oscila, en promedio, entre el 15% y el 40% en tu factura de luz. Por ejemplo, solo ajustando la temperatura del aire acondicionado a 24 grados, ya se puede conseguir un ahorro de más del 20% La clave está en la constancia y en la combinación de hábitos eficientes, esenciales para comprender cómo ahorrar energía en verano.
¿Los materiales aislantes puede ayudar a ahorrar energía en verano?
Definitivamente sí. Los materiales aislantes térmicos como el Poliestireno Expandido (EPS), la lana de vidrio o la celulosa, instalados en techos y paredes, impiden el paso del calor externo al interior. Esta barrera térmica reduce drásticamente la carga de trabajo del aire acondicionado. Le permiten funcionar por períodos más cortos y menos intensos.
El verano no tiene por qué ser sinónimo de facturas elevadas. Como has visto, el ahorro energético es la suma de pequeños cambios de hábitos y mejoras estructurales. Al tomar el control de tu consumo, no solo cuidas tu economía, logrando ahorros de hasta el 40%. También contribuyes a un sistema eléctrico más estable para todos. ¡Mucha suerte con tus prácticas para ahorrar energía en verano!