Diciembre suele ser un mes complicado. Entre que querés comprar algo para las fiestas, organizar las vacaciones (si es que se puede) y cerrar el año, la tarjeta de crédito suele pedir auxilio. Pero este 2025, el último mes del año viene con un condimento extra que se siente pesado en el bolsillo. La sensación general es que los precios no aflojan. El panorama es complicado. Parece que hay una desconexión entre lo que cobramos y el aumento constante de las cosas. Fin de año viene cargado de nuevos aumentos.
Diciembre arrancó con todo
Hay que mirar lo que pasa en la calle, porque el “combo” de aumentos de diciembre arrancó con todo. Moverse, sobre todo en el AMBA, se puso bastante más caro desde el primer día del mes. El transporte público, que es el gasto fijo de millones de personas para ir al trabajo, pegó un salto. El boleto mínimo de colectivo en Capital se fue a $593,52 y en el Gran Buenos Aires a $658. Y si sos de usar el subte, preparate porque el viaje ya cuesta $1206. Es una suba que se siente en la carga de la SUBE de todas las semanas.
Además, los peajes de las autopistas porteñas también se sumaron a la ola de actualizaciones. En hora pico, cruzar por la Perito Moreno o la 25 de Mayo ya roza los 5000 pesos. Las autoridades explican que es para recomponer tarifas atrasadas y que todavía hay subsidios dando vueltas, pero para el usuario común, la realidad es que diciembre arrancó restando plata del presupuesto familiar antes de que siquiera lleguemos a prender la luz de casa.
Cómo afectarán los aumentos en las tarifas de luz
Ya salieron las resoluciones oficiales y la noticia es que tenemos un nuevo ajuste promedio del 2,8% en las tarifas de luz y gas para todo el país. Capaz suena a un número chico, pero acordate que esto es acumulativo y se suma a todo lo que ya venía subiendo. En el caso de la electricidad, la suba se explica porque aumentaron los costos de distribución, el precio de la energía pura y el transporte.
Un detalle importante es que, mientras la luz sube más o menos parejo para todos, en el gas la cosa cambia según la zona donde vivas, porque los costos de transporte no son iguales en todo el país. Lo que tenés que tener en claro es que esto no es un aumento de una sola vez. Es parte de un mecanismo de actualización mensual que el Gobierno decidió mantener atado a la inflación. Además, la Secretaría de Energía sigue con su plan de recortar los subsidios de a poco.
Un cambio total para 2026
El esquema de subsidios va a cambiar por completo. El Gobierno diseñó un esquema nuevo y mucho más directo. Básicamente o tenés subsidio o pagás la tarifa plena, sin grises. La vara para pedir la ayuda va a ser mucho más alta. Solo van a poder acceder los hogares que ganen menos de tres Canastas Básicas Totales (hoy serían unos 3,6 millones de pesos) y que no tengan bienes de lujo, como barcos o varias propiedades. El objetivo es achicar el gasto fiscal y que la gente empiece a pagar el costo real de la energía.
En resumen, entramos en una etapa de “sinceramiento” de precios que nos va a obligar a estar muy atentos. El plan del Gobierno es bajar fuerte el gasto en subsidios para acomodar las cuentas del país, y la consecuencia directa de eso es que las facturas van a ser más abultadas para la clase media y baja. El sistema se vuelve más restrictivo.