Con una reforma laboral en camino y la promesa de la profundización de los cambios del gobierno de Javier Milei, Argentina avanza a su propio paso. Mientras que, a nivel global, la incertidumbre económica y geopolítica parece ser la marca registrada de estos tiempos. En este contexto, nadie esperaba que un país central como este necesite nuestra ayuda. Sin embargo, hoy esto es una realidad. La situación energética de Alemania hace tiempo viene en la cuerda floja. Pero Argentina podría ser la clave en esta nueva jugada magistral.
Otro mundo
El vertiginoso avance tecnológico de la IA está alumbrando un mundo completamente desconocido. Con nuevas formas de pensar, de entender y, al mismo tiempo, novedosos desafíos e interrogantes. Uno de los mayores retos tiene que ver con alcanzar el desarrollo energético necesario para responder a la demanda del futuro sin colapsar las distintas industrias de los países.
En esta dirección, la apuesta por las energías renovables viene avanzando también, con un fuerte impulso en todo el mundo. Diferentes propuestas con enfoque sostenible están creciendo y están apuntando de lleno a enfrentar el cambio climático cuidando el planeta. Sin embargo, por el momento, la transición energética todavía está en proceso y las diversas energías conviven. Mientras que, en Europa algo está pasando y necesitan ayuda.
Más allá de la situación general energética que atraviesa a todos, los países europeos tienen otros condimentos que profundizan el problema. Sin dudas, el mundo es otro tras la decisión de Rusia de invadir Ucrania. Este movimiento tuvo gravísimas implicaciones que sacudieron a toda Europa, como crisis de refugiados, aumentos terribles de precios de alimentos y energía. Una potencial industrial como Alemania es una de las más afectadas, pero ya tiene un plan.
Un acuerdo clave
Otra vez favorita: Argentina es la gran elegida para darles una mano. Después de años de disponer del valioso gas ruso, Alemania tuvo que salir corriendo a buscar alternativas. Es que con el conflicto bélico, de la noche a la mañana el suministro se interrumpió, lo que empujó a los países más dependientes a una crisis energética. Alemania necesita gas natural licuado (GNL) para cubrir su déficit y Argentina tiene todo para poder colaborar con ella.
Pero no es solo una posibilidad a futuro, acaban de firmar un acuerdo concreto que sería clave para el futuro del vinculo comercial. La formalización se realizó de manera reciente entre Southern Energy (SESA) y Securing Energy for Europe (SEFE). El contrato establece un suministro de dos millones de toneladas anuales de GNL durante 8 años con un comienzo de actividades previsto para el 2027.
¿Por qué Argentina? Si bien otros países, como Estados Unidos, el gran vendedor, también ofrecen este recurso, llama la atención la confianza alemana en un país remoto como Argentina. Sin embargo, eso podría resultar una ventaja teniendo en cuenta que se encuentra alejada de la zona de conflicto. Además, cuenta con condiciones ideales para asegurar el suministro constante y acompaña el proceso de diversificación energética necesario post- Rusia.
Hacer frente al gigante ruso
Además, Alemania no es la única con problemas de déficit energético. Justo antes de la invasión, con una dependencia que data de más de medio siglo, países como Austria y Letonia dependían de Rusia para más del 80% de su suministro de gas. Mientras que, Alemania, por su parte, es uno de los mayores clientes por su volumen, que casi duplicaba la demanda de Italia, el segundo mayor cliente.
Sin dudas, hacerle frente al gigante ruso en su juegos de geopolítica no será fácil. Sin embargo, la apuesta por la independencia energética y la incorporación de nuevos jugadores no parece tener marcha atrás. Argentina de a poco se está ganando su lugar. En este sentido, el acuerdo reciente marca un hito para la proyección del GNL argentino en el mundo con una gran carga tanto económica como simbólica de la mano de una potencia como Alemania. Se trata de otra oportunidad revolucionaria. Solo hay que tomarla.
