Objetos preciosos, joyas, oro, recuerdos o dinero. Los tesoros pueden tomar las formas más diversas para las distintas personas. Sin embargo, en este momento el mundo entero está pendiente de estos tesoros naturales. Sobre todo, de aquellos que están relacionados con el mundo energético. Esto se debe en gran parte a que el tremendo avance tecnológico está presionando cada vez más el consumo, mientras que la crisis energética parece inminente. Pero Argentina tiene un yacimiento gigantesco que podría ser clave y se está despertando.
Un tesoro que despierta
Desde glaciares, montañas, hasta mares y desiertos. Argentina parece reunir todos los paisajes. Pero esta riqueza natural es mucho más que una buena vista para sacar fotografías. Este patrimonio funciona como el corazón del país, dado que brinda recursos esenciales para la vida, desde el alimento o el agua, y al mismo tiempo, sustenta la economía, poniendo a disposición valiosas materias primas y generando actividad en torno a esto.
En esta dirección, y teniendo en cuenta las demandas del mundo actual, Argentina está jugando sus mejores cartas en relación a la expansión de las energías. Una gran demostración de esto es el fuerte apoyo que viene recibiendo un proyecto como Vaca Muerta, una de las reservas de hidrocarburos no convencionales más importantes del mundo. Además, los excelentes resultados logrados este año, con récords en producción y en exportación, acompañan.
Pero no es su única jugada. La modalidad del RIGI, un programa que busca atraer inversiones significativas en sectores clave, está dando un importante empujón a distintos proyectos. Con esto, se están multiplicando los proyectos energéticos y también mineros. Pero esta vez, se trata de uno de los mayores tesoros bajo tierra en San Juan. Los expertos aseguran que tenemos algo que todos quieren y estamos muy cerca de una lluvia de dólares.
Cerca de la inversión minera más grande
El extraordinario tesoro reúne minerales valiosísimos para la transición energética como cobre, oro y plata. Esta vez, los protagonistas son los proyectos Josemaría y Filo de Sol, ubicados en la provincia de San Juan, muy cerca de la frontera con Chile. La sociedad minera a cargo se llama Vicuña Argentina y representa una alianza más que estratégica entre la canadiense Lundin Mining y la gigante australiana BHP. Apuestan por Argentina y no son las únicas.
Si bien se trata de dos megaproyectos ya reconocidos, los mismos se encuentran todavía en proceso avanzando en las distintas etapas, en camino a su explotación. Pero la novedad es que acaban de dar un paso notable que sorprendió a todos. Vicuña presentó su solicitud de manera formal para adherir al RIGI bajo la flamante categoría de Proyectos de Exportación Estratégica de Largo Plazo (PEELP).
Con esta maniobra Vicuña está apuntando a lograr estabilidad para una inversión realmente a largo plazo ya que esta modalidad se extiende por 40 años. Por su parte, desde el gobierno se celebró este pedido, y el Ministro de Economía, Luis Caputo señaló a través de un tuit que se trata potencialmente la inversión extranjera directa minera más grande del país con inversiones aceleradas por al menos US$2000 millones en los primeros dos años desde su aprobación.
Próximos pasos
Desde la compañía, aseguran que este movimiento representa un verdadero hito para poder avanzar con los siguientes pasos del proyecto. Además, remarcaron que es justo lo que el mundo necesita, ya que según las proyecciones se estima que existirá una demanda global de 10 millones de toneladas adicionales de cobre en los próximos 10 años y Argentina estaría en condiciones de responder a parte de esa demanda. Por lo pronto, la magnitud del proyecto es gigantesco. Sin bien por el momento desde la empresa no oficializaron la cifras exactas, desde el Ministerio de Minería de San Juan estimaron una inversión de US$15 millones para empezar. Cada vez estamos más cerca.
