Se ha encontrado el combustible verde que todos ansían tener en su poder en Argentina. En medio de la urgencia del mundo por acotar las emisiones que ocasionan el cambio climático, ha surgido un combustible verde (si proviene de fuentes renovables) que emerge como una de las opciones más prometedoras del momento. Su desarrollo todavía es incipiente en varios países. No obstante, Argentina presume de condiciones naturales excepcionales para producirlo y disfrutarlo.
Hidrógeno, el combustible verde presente en Argentina
Tras revelarse que el óxido podría ser la última esperanza de la humanidad, ha salido a la luz el increíble potencial de hidrógeno verde que atesora Argentina. El sur y el centro del país gozan de un interesante potencial eólico de clase mundial, mientras que el noroeste se alza como una de las regiones más soleadas del mundo. Factores que transforman al país en un actor ideal dentro de la producción de hidrógeno verde a gran escala.
ABO Energy, empresa con más de 18 años de presencia en Argentina, consolidado su lugar en el sector energético nacional con la adjudicación de prioridad de despacho para 300 MW en el parque eólico Energía Pura en Río Negro. Dicha iniciativa forma parte del Pool 6, que vislumbra 3 parques eólicos que necesitan la extensión de la estación transformadora Choele Choel, con transformadores 132/500 kV y un banco monofásico de 3×150 MVA.
Asimismo, meses atrás la compañía presentó también 5 proyectos en la última convocatoria del MATER que sumaban 317 MW de capacidad. 3 de estas propuestas se encontraban ligada a la extensión del mecanismo de transporte eléctrico. Siguiendo esta línea, ABO Energy sigue progresando en diferentes iniciativas de hidrógeno verde. 2 de ellas agregan 3 GW de capacidad eólica.
Estos proyectos, dirigidos en gran parte a la exportación, están en fases de estudio de vientos y permisos. De esta manera, ubican a Argentina como un potencial exportador global de hidrógeno, el combustible verde del que se habla en todo el mundo.
¿Por qué el hidrógeno es un combustible verde popular?
El hidrógeno responde al elemento más abundante del universo. En la Tierra, no es posible encontrarlo libre, sino unido a otros compuestos como agua o hidrocarburos. Con el fin de aislarlo, se recurre el proceso de electrólisis. En él, se separa el hidrógeno del oxígeno en el agua con electricidad. Cuando esa electricidad tiene su origen en fuentes renovables, como la energía solar o eólica, el resultado es combustible verde, que no desprende más que agua como subproducto.
Sin emisiones contaminantes registradas durante su producción. Las fuentes renovables son atractivas porque nos permiten disminuir los niveles de contaminación, pero, a diferencia de los combustibles fósiles, no originan energía continuamente. Son intermitentes. En este contexto, el hidrógeno se vislumbra como una solución estratégica porque permite acumular la energía sobrante para liberarla en momentos de necesidad.
Además, puede transformarse en derivados más simples de almacenar y transportar. Por ejemplo, amoníaco verde. Bajo este marco, el uso de este combustible verde nos abre un nuevo abanico de posibilidades hacia un comercio energético global limpio.
Obstáculos para el despliegue del hidrógeno en Argentina
No obstante, el potencial de este combustible verde también se topa con ciertas limitaciones. En ocasiones, la electricidad producida en lugares alejados no puede transportarse de manera eficiente hasta los centros de consumo. Por otro lado, aunque no hay una ley que declara de interés nacional la producción de hidrógeno, esa normativa todavía no ha sido reglamentada. Factor que impide el avance de determinados proyectos.
Además, producir hidrógeno verde hoy es más caro que el uso de gas o petróleo. Requiere también considerables inversiones en infraestructura para almacenarlo y distribuirlo. El desarrollo de este combustible verde en Argentina está sujeto a varios factores: marcos normativos, avances tecnológicos y medidas de planificación energética a largo plazo, entre otros.
Argentina tiene condiciones naturales óptimas para aprovechar este combustible verde, aunque debe recrear un ecosistema propicio para dejarlo resurgir. Mientras se determina qué sucede con el hidrógeno verde en el país, Argentina mira de cerca un hidrógeno de otro color.