Los taxistas argentinos podrían enfrentarse a una realidad impactante de cara al futuro. La incorporación de un espacio dedicado a los vehículos autónomos en la Ley Nacional de Tránsito ya puso de manifiesto que el futuro tiene escrita la palabra “automatización”. Aunque Argentina todavía no tiene en su territorio coches autónomos, las autoridades decidieron adelantarse y fijar una normativa por adelantado. Incluirla en la normativa permite que el país esté preparado ante una posible llegada en el futuro a medio o largo plazo.
El Decreto 196/2026 publicado en el Boletín Oficial el pasado 18 de marzo matiza que mientras la conducción de un vehículo esté bajo el dominio de una persona, esta debe tener colocadas sus dos manos en el volante, excepto cuando sea pertinente poner en acción otros comandos. Lo que agrega la reforma introducida por el Gobierno es que cuando el modo de manejo esté vinculado a la automatización, deben contemplarse qué tipo de nivel de automatización tiene.
Hay 6 niveles estandarizados y categorizados internacionalmente. Parte de un nivel en el que el ser humano lo hace todo, continúa con dos niveles en los que la máquina ayuda al ser humano a conducir y sigue por otros que invierten los roles. Al “cambiar” el lugar con el conductor, es la máquina la que toma el control, haciendo el trabajo en su totalidad.
La industria automotriz global se encuentra en el Nivel 3 desde 2021 en el caso del manejo de autos particulares y en el 4 para servicios de taxi de caminos preestablecidos o espacios cerrados al tránsito abierto, tales como centros de logística o estacionamientos privados. Acá te contamos mucho más sobre la conducción autónoma.
Los taxistas temen la llegada de robotaxis particulares
En este contexto, Waymo, la filial de Alphabet, está evaluando la posibilidad de vender robotaxis a propietarios individuales en el futuro. Así lo expuso su CEO, Sundar Pichai, en la presentación de resultados del primer trimestre de 2025. El ejecutivo no otorgó detalles concretos ni un calendario, pero sí dijo que existe la “opcionalidad futura para la propiedad personal”. La sola posibilidad deja a los taxistas de todo el mundo sobrecogidos, ya que esto podría suponer el fin de sus servicios. Waymo ya trabaja con más de 700 robotaxis en Estados Unidos, con 300 activos en San Francisco.
Se alza como la única empresa que otorga un servicio de transporte de pago con coches sin conductor. Esta posibilidad surge en un escenario de competencia creciente en la industria de la movilidad autónoma. Elon Musk también planea desplegar este servicio con robotaxis Tesla pronto, incorporando la versión totalmente autónoma de su software Full-Self-Driving (FSD) en Austin, Texas.
El robotaxi podría dilapidar el servicio de los taxistas convencionales
Si los usuarios pudieran comprar su propio robotaxi para uso personal se abriría un nuevo capítulo en la movilidad urbana, sentando un precedente en el sector de la movilidad autónoma. Las personas interesadas en desplazarse no necesitarían contratar a taxistas, ni siquiera a robotaxis, bastaría con pedirle a su robotaxi personal que las llevara donde desean. Este presunto escenario transformaría rotundamente la manera en la que el público interactúa con el servicio.
Los taxistas argentinos podrían verse afectados por la situación
Si Waymo materializa su promesa podría alterar el ritmo y la dirección de su competencia, que por ahora se está centrando en el servicio de robotaxi con rutas y tarifas establecidas. La propiedad particular del robotaxi sería un pago de gigante en la industria.
Una industria de la que Argentina aún está lejos, pero para la que ya se está preparando con leyes como la mencionada en los primeros párrafos. Los taxistas temen ante esta posibilidad. Y no solo ellos, Elon Musk también ante la competencia y el fracaso de Tesla que lo persigue.