Tesla está pasando por un momento empresarial complejo debido a los constantes ataques recibidos contra la compañía. La incursión de Elon Musk en el partido político de Donald Trump generó descontento entre grupos oponentes que tuvo como consecuencia diferentes boicots contra la multinacional.
Incluso los propietarios de coches Tesla tuvieron que cambiar de vehículo por miedo a las represalias o colgar carteles que indicaban su disconformidad con el accionar político del magnate. Después de meses batallando con este escenario, Elon Musk anunció que dejará de financiar a la política.
Durante el Qatar Economic Forum de Bloomberg, Elon Musk declaró que “ya ha hecho suficiente”. Argumentó que, por ahora, no ve motivos suficientes para seguir sus inversiones en político. “Si veo una razón para volver a invertir en política en el futuro, lo haré. En la actualidad no veo ninguna razón”, expresó. Sea como fuere, la incursión política de Elon Musk ha generado fricciones en la reputación de las compañías que dirige, como es el caso de Tesla, su principal fuente de ingresos.
La empresa estadounidense bajó del puesto 8 al 95 del listado de firmas más populares de Estados Unidos, según datos citados por Reuters. Pese a las consecuencias que le ha tocado padecer a Tesla, Elon Musk reafirmó su compromiso con la firma. Garantizó que seguirá en la dirección al menos 5 años más en el puesto de CEO.
El último ataque a Tesla demostró el final de los límites
La quema de concesionarios Tesla en todo el mundo fue una noticia impactante y determinante. Sin embargo, en los últimos días ha surgido un nuevo episodio que sobrepasa todos los límites vistos hasta ahora. Un veterano de la Segunda Guerra Mundial de 98 años, Ken Turner, aplastó un Tesla con tanque enviándole un claro mensaje al millonario. El hecho se dio en una protesta. El veterano británico utilizó un tanque Sherman de la Segunda Guerra Mundial para dejar en la nada una unidad del Tesla Model 3.
La acción, ejecutada en el marco de las celebraciones del 80 aniversario del Día de la Victoria en Europa (8 de mayo), tuvo la organización a cargo del grupo activista británico Led by Donkeys. Apuntó de forma directa contra Elon Musk y su vinculación con la política. “Hemos aplastado al fascismo antes y vamos a aplastarlo de nuevo”, expresó Turner instantes antes de pasar por encima del coche eléctrico.
Tesla, en su momento más difícil: aplastan uno de sus modelos más famosos
La filmación del veterano del Real Cuerpo de Ingenieros se hizo viral. El tanque M4 Sherman fue el uno de los tanques más producidos durante la Segunda Guerra Mundial (más de 49 000 unidades). Diseñado en Estados Unidos en 1940, tenía un peso de 30 toneladas y unas medidas de entre 5,84 m y 6,27 m de longitud, según la versión.
Podía transitar una importante variedad de tipos de terreno y estaba equipado con una torrera giratoria que atesoraba un cañón de 75 mm. Su configuración más usada en la Segunda Guerra Mundial incorporaba un motor de gasolina radical Continental de 9 cilindros y 400 hp (que en su versión original se usaba en aviones).
Un Tesla Model 3 quedó reducido por el tanque de un veterano de la Segunda Guerra Mundial
El Sherman que redujo al Tesla Model 3 es el formato M4A2, que contempla un par de motores diésel GM 6,71, de dos tiempos, y 415 CV. De transmisión manual, dispone de 5 marchas sincronizadas, permitiendo una velocidad máxima de 45 km/h. Su autonomía en carrera bailaba entre 160 y 240 km.
La “guerra” contra Tesla, protagonizada por críticos y actos de vandalismo en todo el mundo, ya se ha desatado. Elon Musk ya se ha desligado de la política, pero ¿este movimiento será suficiente para frenar dar marcha atrás con las protestas? Por ahora, Tesla ha optado por esta estrategia desesperada.