Japón ha ideado una estrategia para erradicar los accidentes de tránsito, pero ¿funcionaría en Argentina? La seguridad vial continúa siendo una deuda pendiente para el país. La Organización Mundial de la Salud (OMS) dio a conocer algunos datos recientes, difundidos por Statista, sobre la seguridad vial en América Latina. Bajo este marco, Argentina reporta una de las tasas más elevadas de muertes por accidentes de tráfico.
El registro de la entidad arroja 12,6 pérdidas por cada 100 000 habitantes. Argentina se ubica así en el séptimo puesto del ranking regional, sobre Chile (10,5), Uruguay (10,6), Colombia (12,2) y México (12,1). El peor resultado de la OMS fue adjudicado a Venezuela, con una tasa de 33,7 muertes por cada 100 000 habitantes.
Contexto en el que le sigue Paraguay (con 22,3), Ecuador (21,4) y Brasil (17,5). En contraposición, Perú y Panamá revelaron indicadores óptimos, con tasas por debajo del número 10. Volviendo al caso de Argentina, los siniestros viales son el principal motivo de pérdidas de vida en personas menores de 35 años.
La mayoría de los incidentes se dan en rutas nacionales y provinciales, especialmente los últimos días de la semana. Si tuviéramos que “echar culpas”, el factor humano sigue llevándose el mayor señalamiento, con conductas inadecuadas al volante, como exceso de velocidad, consumo de alcohol, uso del celular mientras se maneja, etc.
Japón cree saber cómo terminar con los accidentes de tránsito
Mientras algunos usuarios recurren al truco legal para no pagar las multas de tránsito, Japón propone un cambio monumental para detener los accidentes. La iniciativa viene de parte del fabricante de automóviles japonés Toyota, quien asegura que los accidentes de esta índole dejarían de ser un problema si los autos se manejaran solos. Es decir, la gente dejaría de perder la vida en las carreteras si confiara en la conducción autónoma.
Los conductores dejarían de recibir esta denominación para pasar a ser meros espectadores, pasajeros que son llevados de un lugar a otro. De seguir la directriz que llega desde Japón, los actuales conductores no tendrían que intervenir en los controles de dirección del coche, por lo que las distracciones al volante ya no serían un problema.
Este enfoque surge después de que el presidente de Toyota, Akio Toyoda, expusiera en el CES 2025 las intenciones de la compañía con la conducción autónoma: “Ahora estamos haciendo mucha investigación y desarrollo preparándonos para la era de la conducción autónoma. Cuando pensamos en la conducción autónoma, creo que el objetivo final que estamos tratando de lograr es tener cero accidentes de tráfico.
Creo que los vehículos de conducción autónoma van a tener una gran misión con las funciones de telecomunicaciones y las capacidades de conducción de los coches. Esas funciones deben proteger la vida de las personas”.
La conducción autónoma podría acabar con los accidentes de tráfico, según Japón
Siguiendo esta línea, Toyoda manifestó que “el objetivo final” es conseguir “cero accidentes de tráfico en la sociedad”. En Argentina, los vehículos autónomos aún no han llegado.
Sin embargo, hace poco se dio un paso importante hacia su regulación con el Decreto 196/2025, que modificó la Ley de Tránsito para incluir esta modalidad. Dejó asentado que este tipo de automóviles debían demostrar una tasa de siniestralidad por debajo del promedio humano para obtener la autorización para circular.
Impedimentos para que Argentina cumpla la estrategia de Japón
Con esta norma, se permite la circulación de coches autónomos bajo determinadas circunstancias y con la aprobación de la Agencia Nacional de Seguridad Vial. Por ahora, la adopción de la movilidad autónoma en Argentina se ve como algo lejano, plagado de retos considerables. La infraestructura vial tiene ciertas limitaciones, como rutas deterioradas y señalización insuficiente.
Estas carencias dificultarían la instauración de coches autónomos, aunque el cambio en la normativa es un primer paso para acercarnos al futuro. Por ahora es un no, pero quién sabe si en el futuro Argentina pueda seguir el camino trazado por Japón. Mientras tanto, sus conductores deben permanecer atentos a esta nueva señal de tráfico.