Hay un motivo simple por el que los conductores del país pueden perder su licencia de conducir. Ese documento que la mayoría asocia con libertad, autonomía y expansión de oportunidades. En un mundo en constante movimiento, disponer de la posibilidad de movilizarse sin sujeción de horarios brinda un gran número de ventajas. La más llamativa es la libertad que otorga el saber manejar y contar con vehículo propio. No hay que esperar colectivos, remises o que otros familiares/amigos estén disponibles.
Ya sea que el usuario necesite acudir al trabajo, visitar familiares, hacer la compra o disfrutar de un viaje por carretera, contar con movilidad propia permite que pueda organizar su propio tiempo de forma eficiente y flexible. Por otra parte, amplía el radar profesional de los conductores. Disponer de licencia de conducir es un requisito en muchos trabajos. Es el caso de compañías de reparto, ventas, asistencia técnica y muchos otros.
Definitivamente, la calidad de vida del conductor o conductora y su núcleo familiar cambia tras la recepción de la licencia de conducir. Con ella, es posible el acceso a zonas remotas y la exploración de nuevos destinos sin límites impuestos por horarios o distancias. Todas estas ventajas, y mucho más, pierde un grupo determinado de conductores de Argentina.
Situación en la que un conductor de Argentina no puede optar a la licencia de conducir
Hay circunstancias en las que se obliga a los conductores a renovar la licencia de conducir una vez por año y otras en las que directamente se les quita la posibilidad de renovarla u obtenerla. El registro varía su validez de acuerdo a la edad del conductor/a. Puede ser solicitado a partir de los 16 años. Luego, a partir de los 70 años, son necesarias pruebas anuales para la renovación y duración de la licencia de conducir.
En esta línea, los conductores/as mayores de 65 años que opten por renovar el permiso podrán hacerlo con una duración de tres años. La Ley Nacional de Tránsito 24 449 estipula que, a partir de los 60 años, se acota la vigencia. En este contexto, los Centros Emisores de Licencias de cada provincia y de la Ciudad de Buenos Aires (CABA) pasan a ser los encargados de fijar los plazos.
La normativa advierte que no es posible otorgarle la licencia profesional por primera vez a ciudadanos/as con más de 65 años. Sin embargo, aquellos adultos mayores que ya tienen la licencia de conducir podrán renovarla, siempre que la autoridad pertinente estudie cada caso con un minucioso examen psico-físico.
A partir de los 70 años, la licencia de conducir se renueva anualmente
El Decreto 532/09 dispuesto para regular la Ley de Tránsito en la Provincia de Buenos Aires señala que los ciudadanos/as mayores de 70 años deben hacer la renovación del registro una vez por año. Además, se han de efectuar evaluaciones teóricas y psicofísicas.
Siguiendo esta línea, el último ajuste de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) estipuló una serie de infracciones graves que podrían impedir la renovación de la licencia de conducir de no resolverse previamente.
Razones por la que un conductor puede quedar limitado
Las circunstancias graves que podrían impedir la renovación de la licencia de conducir son: manejo bajo los efectos del alcohol o drogas, exceso en límites de velocidad, ignorar señales de tráfico y semáforos, circulación sin documentación obligatoria, uso del celular durante el manejo, transporte de menores sin sujeción obligatoria, no uso del cinturón de seguridad o casco si hablamos de motos, huida del control de tránsito o participación en picadas ilegales.
En definitiva, la razón por la que alguien podría perder su licencia de conducir es alcanzar una edad avanzada, perder facultades o llevar adelante prácticas temerarias. Las dos primeras instancias no tienen opción posible, pero las prácticas podrían corregirse, junto con el cumplimiento o pago de sanciones pertinentes. Además, se ha expuesto que la licencia de conducir dejará de ser en estas provincias.