Conducir puede ser una habilidad positiva para los conductores en términos de calidad de vida. Sin embargo, hacerlo puede exponerlos al peligro silencioso de conducir. Estamos envenenando el planeta cada día. El automóvil es un recurso que ha significado una mejora para miles de conductores en todo el mundo. Utilizando tanto coches eléctricos como de combustión las distancias se acortan, es posible transportar cosas y acudir a citas importantes.
Incluso puede convertirse en una poderosa herramienta de trabajo o negocio. Tener automóvil y la licencia de conducir vigente resulta más cómodo que viajar en transporte público, permite disponer de traslados en cualquier momento y lugar, es más económico y más práctico. Además, se trata de una práctica que puede convertirnos en personas más responsables, ya que conducir un vehículo requiere de una gran responsabilidad.
Sin embargo, también entraña ciertas desventajas, como los pagos vinculados al automóvil, como posibles reparaciones, tasas o mantenimiento. Otro aspecto a considerar es que, para conducir cualquier tipo de vehículo, es necesario desarrollar la paciencia ante posibles cortes en las vías o situaciones imprevistas. El “lado oscuro” de la conducción es su huella ambiental, que ha obtenido una mayor visibilidad tras destaparse la manera en la que los coches eléctricos envenenan el planeta.
Los coches eléctricos acentúan el grave problema de la conducción
Tras comunicarse las claves para el mantenimiento de un coche eléctrico, ha salido a la luz cómo los coches eléctricos y de combustión envenenan el planeta. Se debe al desgaste de los neumáticos, situación que se agudiza más en el caso de los coches eléctricos, que tienden a ser piezas más pesadas. Se trata de una seria amenaza ambiental. Registra entre el 50 y el 90% de los microplásticos arrastrados de las carreteras hacia los cursos de agua circundantes durante la lluvia, reporta Meteored.
Un informe reciente alerta de forma urgente acerca de las consecuencias ecológicas de esta premisa. Las proyecciones científicas también revelan que un 45% de los microplásticos del suelo y el agua podrían tener su origen en neumáticos. Estas concentraciones en los sistemas acuáticos presentan variaciones entre 0.00001 y 10 000 miligramos por litro.
Un reciente artículo de revisión en el Journal of Environmental Management, del que también formó parte el Instituto Leibniz de Ecología de Agua Dulce y Pesca Continental (IGB), analizó los efectos del desgaste de los neumáticos en los organismos acuáticos.
Los coches eléctricos y de combustión dejan esta huella ambiental
Los neumáticos están compuestos por mucho más que caucho. En su elaboración, se emplean más de 2400 productos químicos, de lo que un mínimo de 144 se desprende al medioambiente al estar en contacto con el agua (lixiviación), incluyendo sustancias orgánicas altamente tóxicas. Un ejemplo es el crítico 6-PPD y su producto de degradación 6-PPD-quinona.
También salen metales pesados como zinc, manganeso, cadmio y plomo. Generalmente, este tipo de aditivos se usan como antioxidantes o plastificantes, a modo de protección contra el ozono o materiales de refuerzo y relleno. Las sustancias impulsan la gestación de radicales libres, que provocan daños genéticos y debilitan el sistema inmunológico.
Entre las consecuencias de esto radica el deterioro del comportamiento alimentario, disminución de la reproducción y suba de la mortalidad. El informe también pone de manifiesto que el desgaste de los neumáticos modifica la composición de las diversas especies en el agua. Los niveles de biodiversidad bajan y las redes alimentarias quedan estables.
¿Es posible prevenir el daño que ocasionan los neumáticos?
Estrategias de prevención posibles tienen que ver con los procesos ejecutados durante la fabricación de neumáticos. También podría influir una mejor delimitación de las carreteras y del alcantarillado de las zonas naturales. El peligro silencioso de conducir puede ser más intenso en los coches eléctricos, generalmente más pesados que los de combustión. Si quieres saber más sobre este tipo de movilidad, acá te dejamos todas las claves.