Los coches eléctricos ganan notoriedad minuto a minuto. El momento presente es crucial para su expansión, que ya se está sintiendo en Argentina, pero el futuro podría estar en recursos inimaginables. Las ventas de coches eléctricos en Argentina siguen creciendo de forma notable, fomentadas por la instauración de cupos de importación sin aranceles y una propuesta cada vez más variada y accesible. Según refleja el último informe de ACARA, las ventas de vehículos 0 km reportaron las 34 905 unidades el pasado mes de noviembre. De esas ventas, 225 fueron eléctricas. Número que supone un incremento del 492,1% interanual.
Marcas de coches eléctricos más vendidas en Argentina
La irrupción de la mayor marca de coches eléctricos del mundo en el país ya ha comenzado a notarse. De hecho, BYD vendió 168 unidades en noviembre, que representaron un +107,4% respecto al mes anterior. El segundo puesto en el ranking de las 10 marcas de coches eléctricos más vendidas en Argentina en noviembre es de Chevrolet, con 26 unidades (-44,7% respecto a octubre).
Volvo anotó 6 unidades (-72,7% en contraposición con el mes anterior). BAIC vendió 5 piezas automovilísticas (-61,5% menos que en octubre). Renault tuvo un registro de 5 unidades, un 26,6% menos que en octubre. Mientras tanto, Mercedes-Benz vendió 3 unidades (-25% que en octubre), Coradir 3 unidades (+50% que en octubre), Ford 2 unidades (-75% respecto a octubre), Sero 2 (nuevo ingreso) y Arcfox 2 modelos automovilísticos de nuevo ingreso.
El futuro de los coches eléctricos podría radicar en excrementos humanos
Con un futuro prometedor por delante para los coches eléctricos, resulta inevitable mirar al último descubrimiento que se cierne alrededor de las baterías de litio-azufre. Este tipo de productos presentan un problema que la caca humana podría solucionar. La Universidad de Córdoba, en España, considera que existen dos ingredientes clave para mejorar la “fórmula” de este tipo de baterías.
Las baterías de litio-azufre disponen del doble de densidad energética real que las tradicionales de iones de litio. Asimismo, el azufre es abundante y económico al compararlo con recursos críticos como el cobalto o el níquel. Brindan niveles de seguridad más altos porque el riesgo de fuga térmica es menor y el impacto ambiental es acotado.
Aun así, brindan una conductividad baja, los procesos de manufactura no se encuentran tan optimizados como los de las alternativas utilizadas hasta ahora y su vida útil actual es muy limitada. Profesionales cualificados están avanzando en este aspecto. Sin embargo, todavía no se han rebasado los 300-500 ciclos de carga posibles ante los 1000 y 3000 de las baterías de iones de litio. No obstante, las baterías de litio-azufre son prometedoras y mucho más con la propuesta de la Universidad de Córdoba.
Caca, el “secreto” de los coches eléctricos del futuro
Dicho centro académico insiste en el potencial de la caca en este tipo de baterías. El Instituto Químico para la Energía y el Medioambiente, o IQUEMA, de la Universidad de Córdoba, ha hecho público un estudio donde prueban el potencial de los lodos de una depuradora municipal al momento de transformarlos en carbón activado. Es un recurso que resultaría vital para las baterías de litio-azufre, puesto que actúa como conductor.
Los profesionales detrás del informe consideran que dan respuesta a la optimización de los electrodos de este tipo de baterías. El azufre ofrece grandes ventajas, pero uno de sus puntos flacos es su índice de conductividad. La solución podría radicar en carbón activo y otras matrices conductoras. Escenarios caros de llevar a cabo. Sin embargo, si se desarrolla una matriz conductora a partir de desechos disponibles en todas las ciudades del mundo, este obstáculo se disiparía.
Los investigadores han llegado a la conclusión de que el carbón activo obtenido atesora propiedades óptimas para desempeñar su función como material en estas baterías. Tiene una estructura porosa y dopaje con nitrógeno que mejoran la movilidad de electrones e iones. Además, el material resultante reporta un alto contenido en azufre. Esto permite que la batería disponga de una gran estabilidad electroquímica.
Considerando estos resultados, es posible que el futuro de los coches eléctricos dependa de los residuos humanos. Soluciona un problema doble: la óptima gestión de residuos de los municipios y el problema de las baterías de litio-azufre. El tiempo y las investigaciones venideras darán respuesta a las interrogantes todavía presentes alrededor de esta propuesta. Mientras tanto, el rey de los coches eléctricos sorprende al mundo.
