Cuando uno piensa tranquilamente en potencias nucleares, se le viene a la mente rápidamente países como Estados Unidos, China o Rusia. Potencias históricas que mantuvieron una constantes carrera tecnológica y armamentística para garantizar su superioridad sobre la otra.
Sin embargo, existen países que se encuentran un poco por debajo en el escenario internacional, que tienen grandes arsenales militares, entre los que se pueden contar un buen número de ojivas nucleares. India y Pakistán se encuentran en este grupo de naciones que no suelen ser reconocidas por su belicosidad, pero que la tensa relación que comparten podría llevar al inicio de una guerra nuclear.
De colonias a naciones
Al igual que Estados Unidos o Australia, los territorios que hoy conforman India y Pakistán, fueron durante prácticamente dos siglos enteros, parte del Imperio Británico. Ambas naciones fueron parte de lo que se conoció como Raj británico, una forma de gobierno impuesta desde Londres tras el sofocamiento de la rebelión India de 1857.
La independencia de ambos países llegaría de la mano del proceso de descolonización masivo que se dio principalmente en el Sur Global, donde las potencias occidentales mantenían administraciones afines a los intereses centrales en detrimento de las poblaciones locales.
Así, en 1947, India y Pakistán vuelven a tener fronteras separadas. No obstante, la definición fronteriza fue realizada por Cyril Radcliffe, un abogado británico que nunca había visitado India antes, que realizó el trazado de las delimitaciones territoriales en menos de cinco semanas, dividiendo India de Pakistán.
Radcliffe y la antigua administración británica, dejaron la elección de afiliación del principado de Cachemira a su gobernante, el maharajá Hari Singh. Obviando el pequeño detalle de que la población cachemire era principalmente de afiliación musulmana, el maharajá decretó la decisión de formar parte del territorio hindú, lo que llevó al inicio de una guerra cuyas consecuencias volvieron sentirse en la actualidad.
Finalmente, el ex principado de Cachemira se encuentra hoy dividido en tres zonas con diferentes administraciones en influencias. Casi la mitad del territorio del sur es controlado por India; al noroeste, las administraciones regionales responden a Pakistán; y al norte y noreste, algunas provincias son gobernadas por la República Popular China.
De naciones a potencias nucleares
Un año después de su independencia, en 1948, India lanza su programa nuclear siguiendo los lineamientos y acuerdos promovidos por la Asociación para el Control de Armas. Aún así, los principales avances en materia nuclear en territorio hindú no se darían sino hasta 1956.
En ese año, India firmó varios tratados y acuerdos con Estados Unidos y Canadá, que le permitieron acceder a tecnología nuclear avanzada en el marco del programa Atoms for Peace, una iniciativa de Washington para compartir y acompañar el uso de tecnología nuclear con fines pacíficos y humanitarios.
Tras ser beneficiados por el programa de divulgación tecnológica norteamericano, los técnicos militares de Nueva Delhi impulsaron el uso de la energía atómica como instrumento bélico. Lo que les permitió realizar su primera prueba de una ojiva nuclear “made in India” en 1974.
La doctrina nuclear India sigue la política de “no primer uso”. Es decir, que desde Nueva Delhi solo oprimirán el botón rojo en respuesta al ataque de otra potencia con el mismo material bélico.
Por el lado de Pakistán, el inicio del desarrollo para utilizar uranio como material explosivo fue en respuesta al primer ensayo hindú. El primer ministro pakistaní de la época, Zulfikar Ali Bhutto, llegó a declarar que el pueblo de Pakistán estaría dispuesto a “comer pasto” si fuera necesario para lograr el desarrollo de una bomba atómica.
El desarrollo nuclear pakistaní tuvo como principal figura al físico Abdul Qadeer Khan, denunciado por espionaje mientras trabajaba en el consorcio nuclear europeo URENCO. La participación de Qadeer Khan fue esencial en el desarrollo de las armas nucleares de Pakistán.
La primera prueba atómica en suelo pakistaní fue realizada en 1998 y, a diferencia de India, Pakistán no ha conformado una doctrina nuclear para el uso de sus armas.
Peligro atómico
A diferencia del la guerra entre Rusia y Ucrania, conflicto bélico que tiene más similitudes en la contemporaneidad con lo acontecido en Cachemira, el riesgo de una escalada bélica que termine en una guerra nuclear entre India y Pakistán, es mucho mayor.
La disputa que tiene como epicentro el sur del Himalaya, contrapone a dos de los únicos nueve países en el mundo, que han logrado desarrollar con éxito la bomba atómica.
En total, ambas naciones suman 330 ojivas nucleares declaradas, de las más de 12 mil de las que se tienen constancia. 160 del lado de India, y 170 en manos de Pakistán.
A su vez, ambos países están entre los cinco con mayor despliegue militar en Asia. India, que solo es superado en esta categoría por China, duplica a Pakistán en capacidad bélica, aunque su vecino del norte lo supere en cantidad de bombas atómicas almacenadas.