Las alertas provenientes del estado de Israel se enmarcan en su disputa contra células rebeldes hutíes, que según los servicios de inteligencia israelí, utilizan los puertos como centros de operaciones para actividades terroristas en la zona.
Los ataques provenientes desde la zona controlada por los rebeldes de Yemen, se han intensificado desde que el ejército israelí mantiene un bloqueo terrestre y marítimo total de la Franja de Gaza. Impidiendo el acceso, incluso, a los envíos de ayuda humanitaria, que tan desesperadamente necesitan los habitantes del enclave.
Advertencia desde Israel
Esta mañana, El Ejército de Defensa de Israel (IDF), emitió un comunicado de advertencia dirigida a los trabajadores y transeúntes habituales de los puertos de Ras Isa, Hodeida y Salif, ubicados en la costa occidental de Yemen, zona que se encuentra bajo control de los rebeldes hutíes.
El portavoz del IDF, coronel Avichay Adraee, explicó a través de su cuenta oficial en la red social X, que se trata de una medida preventiva ante la posibilidad de ataques aéreos sobre los puertos de Yemen, luego de una serie de ataques con drones y misiles hutíes sobre el territorio del Estado de Israel, previo ataque de las fuerzas israelíes al puerto de Saná.
“Debido al uso de los puertos por parte del régimen terrorista hutí para sus actividades terroristas, instamos a todos los presentes a evacuar y mantenerse alejados de ellos por su propia seguridad hasta nuevo aviso”, afirmó el coronel Adraee.
Acuerdo con Trump, no con Netanyahu
La seguidilla de ataques lanzados entre hutíes e israelíes, se encuentra atravesada por el sorpresivo acuerdo que el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, alcanzó con los rebeldes hutíes para que dejaran de atacar buques en el Mar Rojo.
A cambio del respeto a la libre navegación y paso seguro de barcos por el Mar Rojo, el ejército de los Estados Unidos, se comprometió a interrumpir los constantes bombardeos que realizaba sobre el territorio de Yemen. “Nos dijeron: por favor, no nos bombardeen más y no vamos a atacar vuestros barcos” explicó el mandatario estadounidense al justificar el acuerdo alcanzado con las fuerzas hutíes.
No obstante, desde la jerarquía hutí aseguraron que no detendrán sus ataques sobre Israel, hasta que el último soldado hebreo no se haya retirado de la Franja de Gaza, y se garantice el acceso de la población civil del enclave a los recursos básicos que necesitan para vivir.
El jefe político de los hutíes, Mahdi al Mashat, prometió una respuesta “fulgurante, dolorosa y más allá de lo que el enemigo israelí pueda soportar” y advirtió que los bombardeos “continuarán”. En la última semana, el fuego cruzado entre los rebeldes hutíes e Israel fue constante.
Apenas hace una semana, el aeropuerto internacional Ben Gurion, cerca de la ciudad de Tel Aviv, recibió el impacto de un misil, ataque que los rebeldes hutíes se adjudicaron y celebraron como un éxito. El ataque obligó a las autoridades del aeropuerto israelí a suspender y limitar los vuelos que pasen por la capital hebrea.
¿Hubo apoyo de Teherán?
Sumado al sorpresivo acuerdo entre Estados Unidos y los hutíes anunciado desde la capital de Yemen, Omán, desde la administración de Netanyahu han señalado a Irán como co autor y apoyo económico del aumento en la intensidad de los ataques sobre Israel.
El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, acusó a Irán de ser “directamente responsable” de los ataques de los rebeldes contra su país. La acusación se sustenta en el hecho de que, desde el palacio de gobierno de Teherán, reconocen a los hutíes, junto con los grupos terroristas Hamas y el Hezbollah, como el “eje de la resistencia” contra Israel.
Irán negó categóricamente estar aportando ayuda, ya sea económica o militar, a los hutíes en el ataque. Su ministro de Asuntos Exteriores, Abbas Araqchi, ha acusado al Estado de Israel, de intentar empujar a Estados Unidos a una “catástrofe” en Medio Oriente.