Mientras toda la atención estuvo puesta en el conflicto entre Israel e Irán, la crisis humanitaria en Gaza no hizo más que agravarse. En este escenario, miles de palestinos intentan sobrevivir en medio de bombas y falta de alimentos a causa del bloqueo y de la mala gestión en el reparto de ayuda. A esto se le suma otro factor lamentable: los ataques del ejército del Estado Judío cerca de los centros de distribución, que hoy tuvo un nuevo lamentable episodio.
Más muertes cerca de los centros de distribución de ayuda
Tristemente, las muertes cerca de los centros de distribución de ayuda humanitaria se convirtieron en moneda corriente en Gaza durante las últimas semanas. Las cifras brindadas por el Ministerio de Sanidad palestino indican que más de 400 personas perdieron la vida por ataques del ejército israelí en estas zonas. Se trata de una cifra alarmante, que deja entrever lo vulnerable de la población gazatí ante las fuerzas del Gobierno de Benjamin Netanyahu.
Este martes 24 de junio, las FDI volvieron a atacar a una multitud que se trasladaba hacia el centro de distribución de alimentos que operaba en Deir al-Balah. En este ataque murieron al menos 19 palestinos, según las cifras entregadas por las autoridades sanitarias, a los que se le suman otras 21 víctimas fatales, que perdieron la vida en tiroteos en otras zonas del enclave palestino.
La cartera sanitaria gazatí indicó que otras 146 personas se encuentran heridas y reciben tratamiento médico en el hospital de Awda, que funciona dentro del campo de refugiados ubicado en Nuseirat. De esa cantidad, 62 están en estado crítico, por lo que tuvieron que trasladarlas a otros centros de salud más preparados y con más recursos para tratar a los pacientes con cuadros complicados.
Versiones cruzadas sobre el hecho
Testigos de los ataques del Ejército de Israel calificaron este hecho como “una masacre”, donde los soldados abrieron fuego sin tapujos contra una multitud desarmada, desesperada por alimentos. Por su parte, las autoridades militares explicaron que solo realizaron disparos de advertencia, con los que buscaban controlar a los palestinos que caminaban sobre la ruta en la que se trasladan los camiones encargados del reparto de ayuda humanitaria.
Según las declaraciones recogidas por la agencia de noticias AP, en los ataques participaron drones y tanques, que atacaron a la gente incluso cuando estaban huyendo. Esto provocó una escena sangrienta y caótica, que dejó una amplia cantidad de muertos y heridos. Las FDI informaron que abrieron una investigación para saber qué ocurrió en esta zona del sur de la Franja.
Esta situación pone el foco sobre las irregularidades existentes en torno a los centros de distribución manejados por la Fundación Humanitaria para Gaza (GFH, en inglés). Es que no solo están rodeados por militares israelíes, sino que también trabajan contratistas provenientes de Estados Unidos, país que respalda la acción militar de Benjamin Netanyahu en el enclave palestino. Asimismo, los gazatíes califican estos puntos operativos como “trampas mortales” para ellos.
Críticas a las GFH
Las críticas a esta fundación no solo provienen de los palestinos, sino también de organismos internacionales. Por ejemplo, la Agencia de Naciones Unidas para Ayuda a los Refugiados Palestinos (UNRWA) la tildaron como una “abominación” y sostuvieron que el mecanismo empleado para entregar los alimentos ponen en peligro la vida de los gazatíes. “Es una trampa mortal que cuesta más vidas de las que salva”, aseveraron las autoridades.
Por su parte, la ONU acusó a la GFH de “instrumentalizar” la ayuda humanitaria como un arma de guerra. También señaló que lo que Israel hace cerca de los campos de refugiados y los centros de ayuda es un crimen de guerra. Es por eso que exige la salida inmediata de esta fundación de territorio palestino y deje a organismos internacionales neutrales hacerse cargo del reparto de alimentos para poder paliar la grave crisis que azota al enclave palestino.