Rafael Grossi, director del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), tuvo algunas contradicciones sobre las declaraciones de Donald Trump respecto a las bases nucleares de Irán. El argentino a cargo de esta importante institución descartó la destrucción total anunciada por el presidente de los Estados Unidos, aunque reconoció que sufrieron daños importantes tras los ataques del fin de semana pasado.
Las declaraciones de Donald Trump
Donald Trump se mostró orgulloso por las acciones militares sobre Irán y las calificó como un gran éxito. En ese sentido, aseguró haber destruido por completo las bases de Fordow, Insfahán y Natanza, tres complejos claves para el plan nuclear de Teherán. El mandatario sostuvo que esto fue suficiente para poner en pausa el proyecto de Irán, el cual representaba un gran peligro para Medio Oriente y todo Occidente.
Dichas declaraciones no coinciden con el informe publicado por la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA), institución que forma parte del Pentágono. Según este documento, no hay un daño tan grande como el que asegura el jefe de Estado de EE.UU, ya que Irán tomó recaudos antes de los bombardeos y trasladó amplias cantidades de uranio enriquecido a otros establecimientos.
Esto le quita magnitud a los ataques estadounidenses, que tenía como objetivo eliminar todo recurso necesario para el plan nuclear de Teherán. Asimismo, los agentes del Comando Central de esta agencia descartaron la destrucción total de estas bases y revelaron que la ofensiva de las Fuerzas Armadas de EE.UU solo sirvieron para suspender de forma temporal el proyecto iraní.
Aclaraciones desde la OIEA
Rafael Grossi se sumó a la línea argumentativa de la DIA de EE.UU, asegurando que la palabra “destrucción” es excesiva para calificar el estado de las bases nucleares del régimen islámico, aunque reconoció que fue un duro golpe. “El ataque provocó daños físicos significativos en las tres instalaciones nucleares. Lo que puede decir, y creo que todos coinciden, es que los daños son muy significativos”, aseveró el director de la OIEA.
Por otro lado, ahondó sobre las declaraciones de Donald Trump en las que aseguraba que los bombardeos a estas instalaciones alejaría por décadas al régimen de Ali Khamenei de contar con una bomba nuclear propia. Respecto a ello, sostuvo que se trató más que nada de una declaración política con objetivo militar, aunque no hay información específica que respalde eso.
Lo que sí pudo confirmar es que los bombardeos redujeron la capacidad operativa de Irán para su plan nuclear. “Será mucho más difícil que continúen con el ritmo que llevaban”, aseveró. Y añadió que las centrifugadoras que funcionaban en la base de Fordow, ya no son operativas. Esto representa un duro golpe para el régimen de Teherán, que deberá retroceder varios pasos en su proyecto.
Las tensiones entre Irán y la OIEA
Es preciso recordar que Rafael Grossi no es una persona grata para Irán. En el marco de las recientes tensiones con Israel, la república islámica denunció que fue un informe firmado por el argentino el que utilizó el Estado Judío para sostener la guerra. Es por eso que envió una tajante amenaza, asegurando que, una vez que finalice el enfrentamiento, se encargarían del director de la OIEA.
Y ahora, la tensión continúa, ya que el régimen iraní no responde el ofrecimiento de la OIEA para visitar las bases nucleares dañadas. El director del organismo internacional resalta que este procedimiento no es un gesto de generosidad, sino que es una obligación legal para el régimen islámico, como miembro del Tratado de No Proliferación, el cual exige un sistema de inspección. Asimismo, espera que Teherán cambie su posición respecto a esta visita para evitar nuevas crisis, que podrían tener consecuencias enormemente graves.