Residentes y acampantes de zonas aledañas al río Guadalupe, fueron arrastrados por el corriente del río, desbordado por las lluvias torrenciales que afectan la zona. Fueron confirmados más de veinte muertos y los equipos de rescate buscan intensamente a mas de viente menores de edad desaparecidas.
Un temporal avasallador
Debido a las insesantes lluvias registradas en la región de Tezas Hill Country, una gran e inesperada inundación afectó a los habitantes de la zona al irrumpir en viviendas y campamentos, arrasando con todo lo que se cruce en su camino.
El sheriff del condado de Kerr, una de las zonas más afectadas por el temporal, confirmó en las últimas horas que “alrededor de 24” personas fueron encontradas sin vida en medio de la catástrofe clímatica que se vive en el territorio fronterizo del sur de los Estados Unidos.
Según el informe de los servicios de control climático, las inundaciones se generaron a partir de la crecida del río Guadalupe más allá de los niveles habituales, debido a las lluvias torrenciales constantes que se vivieron en la región, llegando a alcanzar los 25 centímetros.
Los efectos negativos de las tormentas torrenciales que vive el sur de Estados Unidos, no reconocen limites estatales. En el estado de Nueva Jersey, las condiciones climáticas extremas provocaron la muerte de al menos tres personas, dos de ellas en Planfield, por lo que las autoridades locales tomaron la decisión de suspender el desfile, concierto y espectáculo de fuegos artificiales por el 4 de julio.
La naturaleza actuó rápido y sin que hubiera alertas
Para entender la magnitud de lo ocurrido en Texas, el portavóz del Servicio Meteorológico Nacional estadounidense, Bob Fogarty, señaló como un medidor del río a la altura de la localidad de Hunt, en el condado de Kerr, registró un ascenso del nivel del agua de 6.7 metros en solo dos horas. “El agua se mueve tan rápido que no te darás cuenta de lo mala que es hasta que la tengas encima”, advirtió Fogarty.
A esto se suman las declaraciones del juez Rob Kelly, máxima autoridad electa del condado, que reconoció que “no tenemos un sistema de alerta”. El juez Kelly reconoció el hecho como un evento muy particular en relación a las precipitaciones acostumbradas en la región: “nadie sabía que se avecinaba este tipo de inundación”, explicó al ser increpado por la ausencia de medidas preventivas adicionales.
Los equipos de rescate se desplegaron inmediatamente
El operativo de rescate fue desplegado tan rápido como pudo ser organizado. Las acciones son llevadas a cabo por al menos 400 personas entre rescatistas y voluntarios, que conformaron nueve grupos de tareas, equipados con catorce helicópteros y doce drones. Al cierre de esta edición, más de 230 personas fueron recuperadas de las principales zonas afectadas.
Desgraciadamente, el número de víctimas confirmadas por el sherif Larry Leitha fue de “alrededor de 24” personas, cuyos restos fueron encontrados por los rescatistas.
A esto se suma un listado de unas 23 niñas desaparecidas, que se encontraban participando del Campamento Mystic cuando ocurrió la inundación. Las autoridades aseguraron que están haciendo “todo lo posible para encontrar a todos los que pudiéramos”.
Una zona propensa a inundaciones
Según las explicaciones realizadas por el director ejecutivo de la Fundación Comunitaria de Texas Hill Country, Austin Dickson, la delgada capa de suelo en la zona impide que el agua drene rápidamente, lo que convierte el territorio circundante en el valle fluvial más peligroso de Estados Unidos.
“Generalmente es un río muy tranquilo con aguas cristalinas realmente hermosas que han atraído a la gente durante generaciones”, señaló Dickson al explicar que la base de la economía local son el turismo fluvial y los campamentos de verano que alojan infancias de todo el país. No hay alertas meteórologicos cercanos a los estadios del Mundial de Clubes.