La llamada “Guerra de los 12 días” dejó a Irán en una posición bastante complicada respecto a su plan nuclear. En este marco, la república islámica mantiene una posición reacia al diálogo, al igual que Estados Unidos. Ninguno de los dos mostró disposición para reactivar las conversaciones. Ante esta situación, Europa envía un ultimátum para el régimen y amenaza con restablecer las sanciones de la ONU si no hay avances concretos en las negociaciones.
La amenaza de Europa
Francia, Reino Unido y Alemania enviaron este jueves un tajante mensaje para el Gobierno de Ali Khamenei. Según las recientes declaraciones de las autoridades europeas, Irán tiene plazo hasta la finalización del verano boreal para mostrar avances concretos en las negociaciones “confiables y duraderas”. En caso contrario, recibirán sanciones internacionales en materia económicas y diplomáticas.
Estas declaraciones tuvieron lugar luego de la primera reunión de los ministros de Relaciones Exteriores del bloque europeo llamado E3 con el canciller iraní Abbas Arqchi desde el fin de la guerra. Si bien la apertura del diálogo representa un claro avance diplomático, existen muchas cuestiones que el régimen debe resolver de manera urgente, como la reanudación de su programa atómico.
Según una fuente diplomática francesa, los ministros del E3 exigieron al régimen islámico hacer un esfuerzo para lograr un acuerdo verificable y duradero. Francia, Reino Unido y Alemania, al igual que China y Rusia, forman parte de un acuerdo nuclear firmado en 2015. En dicho convenio, establecían el levantamiento de las sanciones a cambio de límites al programa nuclear. Este trato expira el 18 de agosto.
¿Vuelven las sanciones de la ONU?
El fin del verano boreal marca la fecha límite para que la república islámica demuestre avances en las negociaciones. Según los detalles del convenio, el respaldo del Consejo de Seguridad de la ONU otorga un plazo de 30 días a partir de ese momento para volver a aplicar las sanciones. Esto pone al régimen en una situación complicada y los obliga a actuar a contrarreloj para evitar las penalizaciones internacionales.
El régimen de Teherán tiene todo en su contra. Si bien existe un interés por reanudar las conversaciones, la posibilidad de hacerlo realidad parece encontrarse bastante lejos. Incluso logrando abrir nuevamente el canal de diálogo con Washington, llegar a un acuerdo antes de agosto sería muy complicado. Por eso, la república islámica está entre la espada y la pared.
Por su parte, el presidente Donald Trump afirmó este miércoles que no tiene prisa por reanudar las conversaciones nucleares con Irán, aunque mantiene abierta la posibilidad del diálogo. “Si quieren negociar, aquí estamos. Nosotros no tenemos apuro”, destacó el mandatario estadounidense. Además, el mandatario confirmó en entrevistas recientes una triste realidad sobre las conversaciones: no hubo comunicación desde el fin de la guerra.
La realidad sobre las conversaciones
Cabe resaltar que el diálogo entre Teherán y Washington no será nada fácil. En caso de establecer una nueva negociación, habría bastantes complicaciones para llegar a un acuerdo. Por un lado, Estados Unidos exige el desmantelamiento total del programa atómico, mientras que el régimen lucha por preservar su derecho a enriquecer uranio en un porcentaje alejado de los niveles militares.
Mientras tanto, la tensión vuelve a tomar protagonismo en Medio Oriente tras una tajante amenaza de Ali Khamenei contra Estados Unidos e Israel. El mensaje del ayatola llega en un contexto de alto el fuego que rige desde el martes 24 de junio. Cuando todo parecía mantenerse en paz, el líder supremo advierte a EE.UU y al Estado Judío de que Teherán está listo para responder cualquier ataque, ya sea diplomático o militar.
El ayatola resaltó que cuentan con las “herramientas necesarias” para actuar inmediatamente de acuerdo a la situación. En ese sentido, señaló: “Nuestras intervenciones serán con fuerza, tanto en el ámbito político como en el campo de batalla”. La amenaza de Ali Khamenei reaviva la tensión en Medio Oriente y pone en jaque las negociaciones nucleares.