Recrudece la violencia en la provincia de Sweida y los enfrentamientos entre grupos armados drusos y miembros de clanes beduinos son cada vez más sangrientos. Ante esta situación, el Gobierno de Siria prepara un nuevo despliegue de tropas en la zona después de haberse retirado en virtud de un alto el fuego. Israel, por su parte, expresó su malestar por la complicada situación que azota a esta localidad y le envió un ultimátum al Gobierno sirio.
El alto el fuego que no funcionó
La ocupación de Sweida comenzó a inicio de semana y trajo un gran clima de tensión a la región. Para controlar la situación, el Gobierno sirio desplegó sus tropas en distintos puntos de la ciudad. Además, obligó a las facciones a acordar un alto el fuego con el objetivo de imponer estabilidad y proteger las instituciones estatales. El acuerdo había entrado en vigor a primera hora del miércoles tras varios días de enfrentamientos.
En este pacto, mediado por EE.UU, Turquía y naciones árabes, las facciones drusas y los clérigos tomaron la responsabilidad de mantener la seguridad interna de la provincia sureña. La promesa consistía en evitar nuevos enfrentamientos armados en zonas civiles. Para ello, implementaron un toque de queda e incrementaron los controles en diversos puntos de la ciudad. Todo parecía funcionar hasta este viernes, cuando los ataques volvieron a explotar.
Según las noticias emitidas por la prensa estatal, las milicias drusas lanzaron ataques contra las facciones beduinas. Esto provocó una gran desesperación entre la población civil y derivó en una ola de desplazamientos. Por su parte, los drusos acusan que su ofensiva fue tan solo a una respuesta a una acción militar de sus enemigos. Asimismo, el alto el fuego quedó sin efecto y las alarmas vuelven a encenderse en la región.
El ultimátum de Israel
Las autoridades de Israel confirmaron este viernes que dejarán ingresar las fuerzas de seguridad interna sirias a la provincia de Sweida para controlar la situación. Según destacaron, tienen un plazo de 48 horas para resolver las tensiones. Podría considerarse como un “permiso especial” por parte del Gobierno de Benjamin Netanyahu. Recordemos que el Estado Judío había dicho que no permitiría la presencia de tropas enemigas cerca de su frontera sur.
En caso de que no logren resolver la situación, las Fuerzas de Defensa Israelí (FDI) volverían a tomar acción en el conflicto. La intervención del ejército constaría de ataques aéreos, tal como lo hizo a inicios de semana tras la ocupación de la provincia sureña. Además, el Gobierno analiza posibles incursiones militares terrestres si ven que la violencia recrudece aún más en esta localidad. Sin embargo, esto todavía no está confirmado.
Una nueva intervención del Estado Judío en este conflicto representaría un aumento drástico de las tensiones en el sur sirio. Hace unos días, desplegó decenas de bombardeos dirigidos a convoyes de combatientes de Damasco y atacaron la sede del Ministerio de Defensa sirio, ubicado en la capital. Las ofensivas frenaron luego del alto el fuego, pero la reanudación de las acciones militares de las FDI podrían empeorar si ven que los enfrentamientos en Sweida continúan.
Una amenaza muy clara
Este nuevo ultimátum de Israel va en consonancia con la amenaza enviada por su Ministerio de Defensa el pasado miércoles. En ese momento, las autoridades judías presionaron al Gobierno sirio para que retire sus tropas y las aleje de sus fronteras. El mensaje advertía que cualquier ataque de represalia por parte de los sirios, tendría una respuesta contundente. “Estamos listos para cualquier escenario”, rezaba el comunicado firmado por el ministro Katz.
Los ataques aéreos coordinados, las acciones preventivas en sus fronteras y los mensajes de advertencia lograron su objetivo. Asimismo, las autoridades locales consiguieron un alto el fuego entre las facciones y frenaron los enfrentamientos por unos días. Pero ahora, los ataques volvieron a tomar protagonismo y las incursiones militares que comenzaron a inicio de semana encienden nuevamente las alarmas en Medio Oriente.