El OIEA aseguró que se escucharon explosiones en las inmediaciones de la central nuclear más grande de Europa. Rafael Rossi volvió a reiterar la importancia vital para la región, de evitar cualquier acción armada que ponga en riesgo la integridad de las instalaciones nucleares, que se encuentran en territorio disputado entre las fuerzas ucranianas y rusas.
Alerta por explosiones cercanas
En medio de una inspección programada, un equipo del Organismo Internacional de Energía Atómico (OIEA) que fue desplegado en la central nuclear ucraniana de Zaporizhzhia, hoy bajo el control del ejército de la Federación Rusa desde el año 2022, informó que se escucharon explosiones en las inmediaciones. A su vez, se reportaron columnas de humo en las inmediaciones de las instalaciones nucleares, considerada la más grande de toda Europa.
Rápidamente, el organismo de la Organización de Naciones Unidas encargado de regular y controlar el uso de material y energía nuclear, publicó un comunicado a través de su director general, Rafael Rossi, en el que informaron que los técnicos designados para el control y vigilancia de la instalación recibieron el aviso de que una de las instalaciones auxiliares, ubicada a unos 1.200 metros del perímetro de la central nuclear, fue víctima de bombardeos y ataques de drones durante la mañana del sábado 2 de agosto.
“En ese mismo horario, nuestro equipo pudo escuchar actividad militar”, explicó Rossi, a lo que agregó que los inspectores del organismo que dirige, pudieron observar humo elevándose desde esa zona durante gran parte del sábado.
Incidentes que se repiten, cada vez más cerca de la central nuclear
Según las declaraciones del titular del OIEA, los acontecimientos ocurridos este fin de semana fueron el “último de una serie de incidentes” que ocurrieron en la región en las últimas semanas, que dejan en evidencia los peligros constantes para la seguridad nuclear, en el marco de la guerra que está ocurriendo en Ucrania.
“Cualquier ataque en las inmediaciones de una central nuclear plantea riesgos potenciales para la seguridad nuclear y debe evitarse”, agregó Grossi, quien luego procedió a solicitar la máxima moderación militar en las inmediaciones de la central nuclear.
Si bien los seis reactores de Zaporizhzhia se encuentran apagados en este momento, los sistemas de refrigeración y seguridad se mantienen activos y requieren de energía de forma constante para mantener su enfriamiento.
El OIEA mantiene una misión permanente no sólo en Zaporizhzhia, sino también en el resto de las centrales nucleares activas ucranianas, comprometidas por el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania. Grossi a solicitado en múltiples oportunidades que se deben crear zonas desmilitarizadas en torno a las instalaciones de energía atómica, sin ser escuchado por las partes beligerantes hasta el momento.
Los ataques rusos continúan
Si bien todavía no hay información oficial sobre los responsables de las explosiones en las inmediaciones de las instalaciones nucleares en Zaporizhzhia, la Fuerza Aérea de Ucrania dio parte de la destrucción de 60 drones Shahed, de fabricación iraní, así como otros modelos de vehículos aéreos no tripulados y un misil balístico Iskander-M lanzado por las fuerzas rusas, como parte de un ataque masivo durante la noche del sábado y madrugada del domingo.
Por medio de sus canales de difusión en Telegram, las autoridades ucranianas detallaron que los sistemas de defensa antiaérea fueron activados en las zonas norte, sur, centro y este del país, en respuesta a un ataque ruso que empleó unos 83 activos ofensivos, que incluyeron un misil crucero X-22, cinco misiles antiaéreos guiados y alrededor de 76 drones, tanto explosivos como señuelos.
Según el informe oficial, fueron confirmados el impacto de seis misiles y 16 dornes en ocho regiones diferentes, así como la caída de fragmentos de los equipos aéreos interceptados en otras dos localidades adicionales.