La ocupación total de la Franja de Gaza se convirtió en uno de los temas más relevantes en las últimas horas. Esto refleja el temor existente en el ámbito internacional sobre la drástica estrategia militar de Israel. Este viernes, el Gobierno de Benjamin Netanyahu aprobó una expansión de sus operaciones militares en la Ciudad de Gaza y recibió fuertes críticas. Ante ello, el primer ministro brindó una aclaración muy importante.
Una decisión controversial
Había mucha controversia respecto a la idea de una ocupación total de la Franja de Gaza. El ejército judío no apoyaba esta alternativa y resaltaba que dicha operación pondría en grave riesgo a los rehenes que todavía continúan en manos de la organización terrorista de Hamas. En tanto, el Gobierno de Benjamin Netanyahu veía esto como una alternativa para ponerle fin a la guerra de una vez por todas.
Para discutir este importante tema en su agenda, el primer ministro convocó una reunión. La misma comenzó durante la tarde del jueves y se extendió más de 10 horas. Fuentes cercanas al Gobierno indicaron que fue un encuentro acalorado, con gritos y discusiones bastante fuertes. Esto refleja las posiciones encontradas entre la gobernación y los altos mandos del ejército israelí.
La principal figura opositora de la ocupación de Gaza fue el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa, Eyal Zamir. En múltiples oportunidades, el teniente general advirtió que el avance sobre la Ciudad de Gaza intensificaría la crisis humanitaria en el enclave y traería muchas consecuencias negativas en lo político y diplomático para el Estado Judío. Además, pondrían en peligro a los prisioneros que todavía están en Palestina.
Aclaraciones del Gobierno
Tras horas y horas de discusiones, el Gobierno de Netanyahu recibió la aprobación de Consejo para su plan. Las reacciones llegaron rápidamente y países como Egipto, Jordania, China, Portugal e incluso la UE manifestaron su preocupación por esta situación. En este marco, el primer ministro israelí calmó la alarma generalizada y explicó más a fondo el objetivo real del nuevo plan militar sobre el enclave.
“No vamos a ocupar Gaza, vamos a liberar Gaza de Hamas”, dijo el mandatario en sus primeras declaraciones públicas. Esto va en contra de sus recientes comentarios brindados a Fox News. Antes de la reunión clave para el futuro de sus operaciones, aseguró al medio internacional que la intención principal del Gobierno judío era el control total de la región. Sin embargo, la fuerte reacción de sus aliados lo llevó a retractarse de la retórica de sus declaraciones.
“Gaza será desmilitarizada y se establecerá una administración civil pacífica. No será del Gobierno Autónomo Palestino, ni Hamas, ni de ninguna otra organización terrorista”, aclaró el mandatario en sus redes sociales. Y agregó: “Esto ayudará con la libertad de nuestros rehenes y garantizará que la Franja no represente una amenaza para Israel en el futuro”. De esta forma, el primer ministro del Estado Judío minimiza la situación para llevar tranquilidad a sus aliados.
Crisis en el enclave palestino
Actualmente, la Franja atraviesa por una crisis humanitaria nunca antes vista en la región. Miles de personas mueren por hambre, mientras intentan escapar de las bombas de Israel. Además, la escasez de agua complica aún más el escenario. Esto pasaría a convertirse en una responsabilidad del Estado Judío en caso de ocupar el territorio palestino. Según las leyes, el ocupante tendría la obligación legal de proveerle los servicios básicos para la comunidad.
Esta obligación detiene un poco el uso del término “ocupación” y lo mantiene en una “expansión” de sus operaciones militares. Sea cual sea la definición, Israel siente la presión internacional y recibe duras sanciones por parte de sus aliados. Además, las críticas por sus acciones en el enclave son cada vez más graves.