China intervino en las tensiones comerciales entre Brasil y Estados Unidos con una comunicación directa de su presidente Xi Jinping con Lula da Silva. En esta conversación, el líder asiático afirmó que ambos países están en condiciones de hacerle frente a EE.UU y a su política arancelaria. Asimismo, defendió la “autosuficiencia” del Sur Global en medio de constantes retos comerciales y geopolíticos representados por las nuevas medidas de Donald Trump.
En defensa del sistema comercial multilateral
Lo que sucede ahora con Brasil, ya pasó con China meses anteriores. Por eso, el gigante asiático mantiene un vínculo cercano con el país sudamericano en busca de estrategias para enfrentarse con Estados Unidos. Y si bien Donald Trump y Xi Jinping llegaron a un convenio comercial, las tensiones continúan entre ellos. En este marco, Beijing apuesta por la autosuficiencia, aunque reconoce que sería un camino difícil de transitarlo solo.
En los últimos meses, el líder asiático y Lula da Silva se han presentado como firmes defensores del sistema comercial multilateral. Ninguno de los dos países quiere someterse a la nueva política arancelaria estadounidense, pese a que les haya costado una guerra sin armas con el gigante norteamericano. Esto los llevó a estrechar sus vínculos en defensa de su soberanía comercial contra un EE.UU que no tiene consideraciones con nadie.
La llamada de Xi Jinping
China intervino en el actual conflicto comercial con una llamada telefónica entre Xi Jinping y Lula da Silva. La misma sucedió horas después de que Donald Trump anuncie otra prórroga de 90 días a la tregua arancelaria con Beijing y de que el presidente brasilero anuncie su plan para coordinar con los líderes asiáticos y de la India una respuesta acorde a los gravámenes impuestos por el gigante norteamericano.
En esta llamada telefónica, el líder chino confirmó que el país asiático y el sudamericano atraviesan por su mejor momento. Según la agencia estatal de noticias Xinhua, el mandatario sostuvo que “trabajará con Brasil para dar ejemplo de unidad y autosuficiencia entre los principales países del Sur Global”. Con esto, se comprometen con la construcción en conjunto de “un mundo más justo y un planeta más sostenible”.
El mensaje de Xi Jinping fue claro: hacerle frente a la política comercial estadounidense. “Todos los países deben unirse y oponerse firmemente al unilateralismo y al proteccionismo”, dijo el líder asiático por teléfono. Y si bien no nombró de manera directa a Estados Unidos, quedó en evidencia que hablaba de las nuevas medidas implementadas por Donald Trump para todos los países del mundo.
Más detalles sobre la conversación
No toda la conversación telefónica giró en torno a los aranceles estadounidenses. Xi y Lula también hablaron sobre distintos temas, como la guerra en Ucrania y la lucha contra el cambio climático. Además, avanzaron sobre futuras ampliaciones en su cooperación en áreas como la salud, el gas, el petróleo, satélites y la economía digital. “Ambos coincidieron en el papel del G20 y de los BRICS en la defensa del multilateralismo”, agregó el medio anteriormente citado en su nota.
Todo esto da la pauta del trabajo de cortejo por parte de China en Latinoamérica para enfrentarse a Washington como la potencia más influyente de la región. En los últimos años, hubo mucha inversión del gigante asiático, lo que permitió superar a EE.UU como socio de Brasil. Además, dos tercios de los países latinoamericanos ya forman parte del megaproyecto comercial chino de la Nueva Ruta de la Seda.
Mientras tanto, Donald Trump ejerce presión con sus aranceles sobre ambos países. El domingo pasado, afirmó a través de redes que esperaba que el país asiático cuadruplique sus pedidos de soja para equilibrar el comercio con EE.UU. Y con Brasil, las tensiones continúan vigentes e incluso su guerra comercial ya pasó a manos de organismos internacionales.