Momentos de extrema tensión se viven en Venezuela, debido al despliegue militar de Estados Unidos y las presiones regionales respecto al Cartel de los Soles, vinculado a Nicolás Maduro. Frente a este complicado marco, el Gobierno solicitó este martes apoyo por parte del secretario general de la Organización de las Naciones Unidos (ONU), expresando su extrema preocupación por la “amenaza” militar que representa EE.UU con sus armas nucleares en el Caribe.
La “amenaza” de Estados Unidos
Además de los buques de guerra y los más de 4 mil soldados, EE.UU sumó un submarino nuclear y un crucero de misiles cargados a la flota que se encuentra en las costas del Caribe para combatir contra el narcorégimen, vinculado a al mandatario venezolano, Nicolás Maduro. El gran despliegue estadounidense tiene un objetivo: cuidar las rutas claves del narcotráfico, en especial aquellas cercanas a Venezuela.
De acuerdo a fuentes internacionales, no hay fechas específicas para la llegada del USS, Lake Erie, crucero de misiles guiados, y el USS Newport News, submarino nuclear de ataque rápido, aunque se estima que arriben a la región durante la próxima semana. El apuro de Estados Unidos se debe las amenazas contra su seguridad nacional, procedentes de organizaciones terroristas, principalmente las designadas en la región.
Al despliegue militar de EE.UU, se suma otro gran problema para Venezuela: la adhesión de varios países Latinoamericanos a la lucha contra el narcotráfico, declarada por Donald Trump la semana pasada. Argentina, junto a Paraguay y Ecuador, son algunos de los gobiernos regionales que apoyaron abiertamente el plan de acción estadounidense contra el narcotráfico.
Mucha presión sobre Venezuela
Frente a todas estas complicaciones, el ministro de Exteriores venezolano, Iván Gil, deslizó varias inquietudes frente al coordinador residente de la ONU en Venezuela, Gianluca Rampolla. En este marco, el funcionario destacó que el Ejecutivo de Nicolás Maduro espera que la organización internacional ayude a “restablecer la sensatez” en el Caribe, declarada “zona de paz” en 2014.
La reunión se desarrolló luego del nuevo despliegue militar de Estados Unidos y de que dupliquen la recompensa por información que ayude a la captura del dictador venezolano, acusado de perpetrar leyes internacionales vinculadas con la distribución ilegal de narcóticos. Mientras tanto, el Gobierno venezolano rechaza estas acusaciones y las tilda de “falsas narrativas”, utilizadas como pretexto para justificar sus agresiones.
Ante la solicitud del funcionario venezolano, y la evidente tensión existente en la región, el secretario de la ONU instó tanto a EE.UU como a Venezuela a resolver sus diferencias utilizando medios pacíficos. A través de su portavoz regional, António Guterres, secretario general de las Naciones Unidas, pidió “desescalar las tensiones y ejercer contención”, en un momento complicado para el sistema de defensa venezolano.
Nueva convocatoria de alistamiento militar
Este lunes, Nicolás Maduro llamó a una nueva convocatoria de alistamiento militar, que tendrá lugar el próximo viernes 29 y sábado 30 de agosto. Tras el fracaso de la primera jornada, el Gobierno venezolano pretende darle otra oportunidad a los ciudadanos para reforzar la Milicia Nacional Bolivariana (MNB), frente a la fuerte presión militar estadounidense que se multiplicó durante los últimos días.
La nueva jornada de alistamiento militar forma parte del “Plan Nacional de Soberanía y Paz”, reactivado por el Gobierno de Nicolás Maduro ante el despliegue de buques y tropas estadounidenses en las costas del Caribe. Asimismo, buscan olvidar el mal trago de la primera convocatoria, la cual fue un rotundo fracaso, según informaron plataformas ciudadanas, como Comando Con Venezuela y Vente Barinas. Mientras tanto, desde el régimen niegan esta información y aseguran que el segundo llamado será para solucionar problemas de “saturación” que hubo el alistamiento por la “presencia masiva” de voluntarios.