En pleno proceso de pacificación y estabilización de las condiciones de vida en la Franja de Gaza, el gobierno de Israel vuelve a estar en el foco de la polémica, tras concretarse la detención de Yifar Tomer Yerushalmi. La exabogada del Ejército Nacional asumió la responsabilidad por la difusión de un video que retrata la violencia sexual ejercida contra un detenido de origen palestino, y sufrirá las represalias.
Las miserias de la guerra entre el pueblo de Palestina y el Estado de Israel no dejan de impactar al mundo. Con anterioridad, la Organización de las Naciones Unidas recibió denuncias de civiles palestinos que prestaron testimonio de los abusos recibidos por los soldados durante la ocupación.
Además, la misma entidad formalizó su reclamo en marzo de este año, mediante un informe que registró el uso de violencia sexual y de género como un instrumento más para garantizar el dominio en el territorio gazatí, de parte de las tropas de Benjamín Netanyahu.
En estas circunstancias, la abogada Yerushalmi alzó la voz para asegurar la veracidad del video, difundido en el 2024, y su filtración intencional, como forma de combate y denuncia de los cuestionables procedimientos empleados por los soldados israelíes.
¿Quién es Yerushalmi?
Yifar Tomer Yerushalmi ejerció, hasta la semana pasada, el cargo de abogada general del ejército del Estado de Israel, responsable del departamento jurídico del cuerpo. Sin embargo, se vio en obligación de presentar su renuncia tras admitir públicamente que la grabación que muestra el abuso sexual ejercido contra un prisionero gazatí fue difundida bajo su conocimiento.
Los eventos habrían tenido lugar el año pasado, en el centro de detención Sde Teiman, en donde un grupo de soldados arremetió contra uno de los aprehendidos y lo sometió a vejaciones carnales, mientras grababan el repudiable contenido.
La filmación no logró mantenerse en secreto y salió a la luz con autorización de la funcionaria, quien asumió abiertamente haber consentido su circulación.
“Aprobé la difusión del material en los medios en un intento por contrarrestar la propaganda falsa dirigida contra las autoridades de la justicia militar”, declaró Yerushalmi en su carta de renuncia, presentada durante la última semana de octubre.
Concretada su dimisión, la letrada volvió a ser noticia este fin de semana por haber permanecido en condición de desaparecida hasta este lunes, día en que fue detenida por las fuerzas de seguridad de su país, para dar inicio a su procesamiento.
El Estado en su contra
Con todo el aparato estatal en contra, la exabogada deberá responder por sospechas de falsificación, obstrucción de investigación, conducta inapropiada y otros delitos que podría costarle hasta tres años en prisión.
Al respecto, el ministro de Defensa Israel Katz aseguró que Yerushalmi “no volverá a ocupar su cargo, dada la gravedad de las sospechas contra ella”, además de comprometerse a descubrir al resto de los involucrados en lo que, considera, fue un acto de denigración contra la honorable institución.
En sus palabras, el funcionario acusó a la abogada de priorizar a los integrantes de Hamás por encima de sus compatriotas, por lo que “su lugar es la prisión”.
Quien también se pronunció en torno al escándalo fue Benjamín Netanyahu. El primer ministro apuntó contra la exfuncionaria por haber orquestado “el ataque propagandístico más severo” contra Israel. De esta manera, Yerushalmi se convirtió en enemiga pública por haber puesto en riesgo la integridad y la solidez de la imagen del ejército en pleno conflicto bélico.
El destino de la víctima
Aunque su identidad se desconoce públicamente, según información extraoficial, el ciudadano palestino que sufrió los abusos fue deportado a la Franja de Gaza el 13 de octubre, tras confirmarse el armisticio, sin posibilidades de prestar testimonio acerca de los acontecimientos.
			