Geraldo Ackmin, el segundo de Lula da Silva, se pronunció este sábado acerca del reciente anuncio de la administración republicana, que finalmente cedió a la reducción de los aranceles aplicados a Brasil este año, a modo de sanción por el procesamiento judicial llevado a cabo contra Jair Bolsonaro.
Tras compartir una reunión formal con el presidente brasileño en el marco de la Cumbre del Sudeste Asiático, celebrada en octubre, Donald Trump finalmente autorizó la baja de los impuestos a productos importados por EE.UU. desde Brasil, como el café, las frutas y la carne.
De esta manera, el gigante latino retomó el diálogo saludable con Norteamérica, luego de meses de distanciamiento y silencio. Cabe destacar que el acercamiento es mérito de da Silva, quien agotó sus esfuerzos en insistir hasta lograr comunicarse directamente con su homólogo.
Hasta que finalmente coincidieron en Malasia el pasado mes, y el brasileño tuvo oportunidad de defender la necesidad de poner fin a la hostilidad de la guerra comercial que la potencia encabeza y de arribar a acuerdos que resulten beneficiosos para ambas partes.
El anuncio de EE.UU.
Según DW, el miércoles 12 el canciller de Brasil y el secretario de Estado yanqui, Mauro Vieira y Marco Rubio, mantuvieron una reunión en Canadá, donde ambos funcionarios asistieron para participar de un encuentro organizado por el G7.
Así lo informaron fuentes exclusivas del Ministerio de Relaciones Exteriores brasileño, que revelaron que Vieira aprovechó la instancia para retomar la discusión en torno a la cruda política arancelaria que hizo sombra a su nación, e insistir en la posibilidad de dar marcha atrás con los aranceles del 50% aplicados al país.
Al respecto, Rubio habría demostrado disponibilidad de parte de la administración para acceder a la propuesta, que finalmente halló réplica en el nuevo anuncio del gobierno.
Acechado por la tensa situación económica que atraviesa EE.UU. a raíz del disparo de la inflación, Trump barajó diferentes alternativas para paliar sus efectos y comenzar a controlar el fenómeno. Y la más óptima habría resultado ser la reducción de gravámenes a los productos extranjeros, a pesar de entrar en inmediata contradicción con la guerra comercial iniciada desde el retorno del republicano al poder.
Incentivando la competencia, el presidente espera reducir los precios de los bienes locales y aliviar la creciente preocupación de los ciudadanos, que ya comenzaron a poner en duda el plan económico republicano, tal y como quedó demostrado con el triunfo de los demócratas en distintos distritos del país durante las elecciones de medio término.
Por ello, el líder tomó la decisión de disminuir aranceles a países latinos como Argentina, Ecuador y Brasil, medida que comenzó a regir desde este jueves.
Brasil irá por más
En estas circunstancias, la cúpula de Lula da Silva aplaudió la determinación del gobierno estadounidense. Y uno de los funcionarios encargados de expresar la satisfacción fue el vicepresidente Geraldo Ackmin. En la jornada de hoy, el político calificó la medida como “positiva”, y observó que el rumbo tomado por el gobierno yanqui en materia de política exterior “es el correcto”.
“Esto beneficia a Brasil”, reconoció Ackmin, aunque expresó que el gobierno continuará insistiendo en conquistar nuevos acuerdos que permitan “reducir aún más o eliminar completamente” los aranceles. “Somos optimistas, se ha dado un paso importante y creo que se darán más en la dirección correcta”, afirmó.
Nuevo frente abierto
Pese al acercamiento entre las naciones, que supieron limar asperezas y recuperar la conversación en pos del bien común, un nuevo frente de discusión se abrió con la avanzada militar de EE.UU. en las costas de Venezuela, accionar que fue denunciado por Lula da Silva recientemente en la cumbre CELAC-UE.
