La estrategia de alianza y pacificación de Estados Unidos en Medio Oriente continúa en marcha. Este martes Donald Trump recibió en la Casa Blanca al príncipe de Arabia Saudita, Mohamed bin Salman, quien hace más de 7 años no pisa suelo norteamericano.
Luego de conquistar el acuerdo de paz entre Israel y Hamás, la administración republicana continúa comprometida con consolidar su Plan de 21 pasos en la región y restablecer el orden en Gaza con respaldo de los países vecinos.
Pero este no es el único frente que ocuparía al gobierno yanqui. Ya que, en la agenda de intereses del heredero de la realeza saudí, estaría solicitar la intervención de Trump en la guerra de Sudán, según informó Reuters. Por su parte, el conservador intentará ablandar el posicionamiento de su contraparte, que no reconoce al Estado de Israel.
En esta línea, el presidente estadounidense intentará motivar la adhesión de Arabia Saudita a los Acuerdos de Abraham, para consolidar el frente occidental en Medio Oriente.
La ONU aprobó el plan de Trump
Este lunes, la Organización de las Naciones Unidas dio el visto bueno al plan de estabilización sugerido por Estados Unidos para reorganizar Gaza, luego de la brutal guerra que se cobró la vida de cientos de combatientes y civiles, y obligó a los gazatíes a abandonar sus hogares.
Como principal mediador del conflicto y vértice del acuerdo tripartito entre Hamás y el Estado de Israel, Trump propuso constituir una Junta de Paz que operará a modo de gobierno provisorio en la Franja, y estará encabezada por el mandatario norteamericano.
Asimismo, el documento sugiere reforzar el control de las fronteras con Egipto e Israel, y comenzar la capacitación de las fuerzas policiales palestinas, además de consolidar la ayuda humanitaria a las comunidades que reconstruyen sus vidas en condiciones de extrema vulnerabilidad.
Concluido el intercambio de rehenes, el retiro de las tropas israelíes continúa siendo una labor pendiente que Estados Unidos exige completar cuanto antes para garantizar la paz en la región, al igual que el desmantelamiento de los grupos armados paralelos al gobierno.
Con 13 votos a favor y 0 en contra, y ante las llamativas abstenciones de China y Rusia, la estrategia de Trump finalmente fue aprobada como la única hoja de ruta para la reconstrucción de Gaza.
Trump recibe a su alteza saudí
Pese al éxito en la reciente negociación con la ONU, Estados Unidos aún no logra consolidar su grupo de aliados en Oriente Medio. Tras estrechar lazos con Israel y Egipto, el norteamericano espera sumar a Arabia Saudita a las conversaciones y a la alianza de los Acuerdos de Abraham.
Por ello, dio la bienvenida el día de hoy a Mohamed bin Salman, heredero del trono saudí, con quien compartirá una reunión en el Salón Oval, para sellar acuerdos en materia de defensa, energía nuclear y seguridad. Según trascendió, el presidente yanqui también está entusiasmado por concretar la venta de una flota de aviones F5.
Asimismo, Arabia Saudita se postuló como uno de los principales inversores de EE.UU., al comprometerse a desembolsar 600 millones USD en territorio estadounidense en mayo, por lo que Trump ordenó recibir al funcionario con honores.
Superada la primera instancia de discusiones geopolíticas, trascendió que los representantes compartirán un almuerzo en la sala del Gabinete y, por la noche, asistirán a una cena formal de la que también formarían parte figuras como Elon Musk y Tiger Woods, multimillonarios próximos a la administración conservadora.
Un pasado oscuro
La visita de Mohamed bin Salman representa además la recuperación de los vínculos entre los países, que quedaron susceptibles luego del asesinato de Jamal Khashoggi, periodista del Washington Post que fue descuartizado por orden del gobierno saudí y con la firma de aprobación de bin Salman, según informó la CIA.
Originario de Arabia Saudita, Khashoggi se hallaba viviendo en condición de exilio en Estados Unidos, por su crítica postura con el régimen del que forma parte el príncipe. Y, tras regresar a Estambul para recoger documentos, fue secuestrado y desmembrado en el interior del consulado, desatando un escándalo diplomático entre las naciones, que hoy parece haber quedado en el olvido.
