Tras darse a conocer la violenta avanzada de las tropas de Rusia que azotaron Kiev en la madrugada de este sábado, funcionarios de Países Bajos, Lituania, Letonia y España expresaron su repudio contra el accionar del ejército de Vladimir Putin y respaldaron a Ucrania en sus esfuerzos por conquistar el fin de la guerra.
El despotismo de los ataques rusos, que, aun en épocas festivas, no cesan, espantó a la comunidad del continente europeo, que rápidamente alzó su voz para exigir mayor presión sobre Moscú para detener el fuego que se abre diariamente contra los civiles ucranianos.
Al respecto, se pronunció el canciller Andrii Sybiha, quien se encargó de agradecer el interés de las autoridades de los países vecinos por el devenir de su nación, que continúa en lucha para arribar, de la mano de Estados Unidos, a un desenlace pacífico que sepulte el conflicto armado que ya lleva 3 años vigente.
Rusia abrió fuego sobre Kiev
En las primeras horas de esta mañana, Volodímir Zelenski confirmó al mundo, con tristeza e indignación, que la capital ucraniana sufrió una nueva embestida de parte de las tropas rusas, que aprovecharon la pasividad de la noche para lanzar al menos 500 drones y 40 misiles sobre residencias civiles e infraestructura energética.
Con espanto, decenas de afectados debieron ser evacuados por el servicio de rescate ante la emergencia de incendios y derrumbes que pusieron en riesgo la vida de inocentes, mientras que el resto de los ciudadanos quedaron a merced del brutal frío europeo al cortarse los suministros de electricidad y calefacción como resultado de las explosiones.
Conmovidos por las inquietantes escenas que sometieron a su pueblo al terror ruso, Volodímir Zelenski y Andrii Sybiha denunciaron públicamente el nulo interés de Putin de acordar un fin pacífico para el conflicto bélico, acorde a los estándares de la comunidad internacional.
El mandatario acusó al líder oponente de «aprovechar cualquier circunstancia para causar aún más sufrimiento a Ucrania» y exigió a las potencias mundiales responder con medidas estrictas al accionar «enfermizo» que avala el Kremlin.
Mientras que el ministro de Asuntos Exteriores advirtió a Putin que «un mayor rechazo a la paz tendrá un alto precio para él y para su régimen», e instó a los socios de Ucrania a imponer sanciones económicas que limiten los recursos de Moscú para financiar su participación en la guerra.
El clamor de Europa para frenar la guerra
Quienes también tuvieron algo para decir del reciente proceder de las filas rusas fueron las autoridades europeas de Países Bajos, Lituania, Letonia y España, que condenaron enérgicamente la determinación de Rusia de perpetuar la violencia en la región.
El ministro de Asuntos Exteriores y de Asilo y Migración de Países Bajos, David van Weel, sentenció que «si Rusia quiere emprender una diplomacia seria, debe dejar de atacar a Ucrania», dado que su mensaje de paz no condice con la violencia ejercida sobre el pueblo ucraniano.
Por su parte, el canciller lituano Kestutis Budrys ofreció un extenso descargo en el que se refirió a la cruzada rusa como una «campaña del terror» que va en escalada, acusó al Kremlin de estar desinteresado en acordar la paz dado que esta «socava sus intereses imperialistas» y motivó a los países que apoyan las negociaciones a garantizar la seguridad de Ucrania con financiamiento para su defensa.
En lo que respecta a Letonia, la homóloga de Sybiha, Baiba Braze, aseguró que «es necesario ejercer más presión sobre Rusia para detener este fenómeno». Y Pere Joan Pons Sampietro, presidente de la OSCE y senador español, hizo lo propio y también condenó los ataques.
Ucrania agradece la consideración de sus vecinos
Movilizado por la acogida internacional que recibió la causa por la defensa de la soberanía de Ucrania, Andrii Sybiha agradeció, una por una, las declaraciones de los funcionarios, y ratificó la imperiosa necesidad de acentuar la presión sobre Putin y de asegurar los recursos defensivos de su nación.
