Barcelona, el mejor de toda la historia, se adueña una vez más de la Champions

Orgullosos tendrán que sentirse los amantes del fútbol de estas épocas, porque ante sus ojos, este sábado, apareció una vez más el mejor equipo de toda la historia. Se trata del Barcelona de España, el equipo dirigido por Pep Guardiola, que venció en Wembley 3-1 a Manchester United, de Inglaterra, en la final de la Champions League 2010/11.

Entrar en detalles de cada jugada que se sucedió en el partido sería redundar. Es que el equipo catalán, con sus argumentos ya conocidos, le mostró al mundo lo que es jugar al fútbol. Salvo los primeros 10 minutos en los que los “Diablos Rojos” se mostraron entusiastas en la presión, el Barcelona siempre tuvo bajo control el partido.

Inmediatamente después del minuto 11, el “Barsa” tomó la posta del juego, ante un Manchester que comenzó a ceder terreno, tanto en lo físico, como en lo futbolístico y en lo mental. Fue quizás este último aspecto el que más pesó entre los 22 jugadores. Porque los ingleses sabían que tenían en frente a un equipo casi imbatible, mientras que los barcelonistas tenían en claro que, en el momento que se lo propusieran, el gol llegaría.

Y llegó. A los 27 minutos del primer tiempo, Pedro Rodríguez logró cristalizar en el resultado lo que en el prolijo verde césped ocurría. El Manchester miraba, casi sin sospechar que un gol más que inesperado le daría la ilusión irreal de que podía vencer. Wayne Rooney, 7 minutos después que Pedro, puso el 1 a 1, tras un pared muy bien jugada con Ryan Giggs que desorientó por única vez a la defensa del Barcelona. Ese pequeño error significó el 1 a 1 que para nada tenía que ver con el trámite del juego.

La paridad en el resultado -no así en el juego- se mantuvo hasta el final de la primera etapa, pero en el segundo capítulo apareció lo que todos esperaban: el show de los muchachos de Pep Guardiola. A los 8 minutos del segundo tiempo, Lionel Messi recibió solo -increíblemente- en tres cuartos de cancha. Los defensores de Manchester miraron, los mediocampistas también. El único que hizo algún amague de cruzar el remate de “La Pulga” fue Evra, pero su estirón fue inútil, como el del ya retirado arquero Van Der Sar. El disparo de Messi fue tan certero y letal, que al arquero holandés sólo le quedó la opción de renegar. El Barcelona se ponía 2-1 y, como todo el mundo lo sabía, la remontada en esta oportunidad era una utopía para el Manchester.

A partir de allí, todo, absolutamente todo, fue de los catalanes. Tranquilos, a sabiendas de que la ventaja se estiraría, manejaron el balón y esperaron. Y entonces, a los 69 minutos de juego, emergió una vez más la figura de Messi, para terminar habilitando a Villa. El ex atacante de Valencia, que ya había intentado en dos ocasiones, disparó desde afuera directo al ángulo superior izquierdo de Van Der Sar, tras una jugada bárbara de Messi, que dejó en el camino a todo inglés que se le interpusiera. 3-1 indiscutible, como el Barcelona.

Pasa que no debe haber en el mundo ningún amante del fútbol que pueda negar lo que este club español ha logrado. Para nada le queda grande el mote de “el mejor equipo de toda la historia”, ni mucho menos.

Quienes atestiguamos estos 90 minutos que llegaron desde Wembley para todo el mundo somos unos privilegiados. En la posteridad podremos decir: “Yo he visto al mejor equipo de toda la historia. Yo he visto al Barcelona”.

Felicadades campeón.

VIDEO. Vea los goles del partido