16/09/2013

Tucumán

La izquierda se disputa la conducción de la toma de facultades

El oportunismo electoral se abre paso entre las grietas de la movilización estudiantil. Panorama político de la lucha.

En vísperas de un nuevo homenaje a los estudiantes víctimas de la dictadura militar en la recordada “Noche de los Lápices”, las dudas y el cansancio comenzaron a desplazar el espíritu de rebeldía y solidaridad que promovió la toma de las dos facultades de la UNT, y el oportunismo político se abre paso entre las grietas de la movilización estudiantil.
 
Después de una inédita perfomance electoral en las PASO, el partido Obrero (P.O) hoy pone todas sus expectativas en la lucha estudiantil para que el 2,5 % de los votos de agosto pasado se multipliquen en las elecciones generales del 27 de octubre.
 
La concentración de su dirigencia local y la invitación a referentes partidarios de otras zonas del país  a participar activamente de la tomas de las facultades de Filosofía y Psicología (Jujuy; Rosario, Buenos Aires, Córdoba), demuestran su ambicioso plan por capitalizar la lucha que llevan adelante los estudiantes de la UNT para engrosar su cuerpo partidario, y aspirar a dar un salto cuantitativo en lo electoral.
 
Sin embargo no son los únicos actores de la izquierda que actúan en las tomas de las facultades.  Por otro lado, la Corriente Estudiantil Popular Antimperialista (CEPA), rama universitaria del partido Comunista Revolucionario (PCR), pugna por no perder el posicionamiento logrado en la última década en las facultades del parque que le permitió entre otras cosas, obtener lugares en los centro de estudiantes y hasta consejeros directivos.
 
La militancia de la CEPA tiene una clara identidad política en el movimiento estudiantil y la defiende con acciones de propaganda propia y hasta una agencia de noticias virtual, “Vía Libre Libertad”, que incluso, compiten con los canales de comunicación que abrieron los estudiantes de la toma en facebook y en wordpress.
 
El P.O debió permanentemente, apelar a alianzas con sectores independientes, dejando de lado su estructura juvenil: la Unión de Juventudes por el Socialismo (UJS). Confía en sus dirigentes, en su inoxidable candidato a lo que sea, Daniel Blanco, una suerte de gurú del trotskismo vernáculo, y en particular,en dos militantes claves que colaboran desde la redacción del diario La gaceta.
 
Ambas estructuras partidarias se disputan hoy la conducción de la lucha encarada por los estudiantes que llevaron adelante la toma de las facultades. Al parecer, el P.O lleva la delantera y cuenta con la colaboración de Marcelo Bustamante, uno de los referentes de mayor predicamento en la asamblea de Filosofía. En tanto la CEPA, tiene a la consejera directiva de Psicología, Ana Barrionuevo, como principal referente.
 
Hasta aquí coincidieron en la estrategia de maximizar la lucha estudiantil en la UNT pero comienzan a diferenciarse en las formas de resolución del conflicto.
 
Por un lado el P.O confía en sostener la lucha por tiempo indeterminado y pugna por lograr solidaridades de otros sectores de la sociedad sin mayor éxito. Su visión ideológica del conflicto permanente y su ortodoxia sobre la misión del sujeto histórico de la revolución y sus aliados (el movimiento obrero  y la intelectualidad progresista), es casualmente su mayor debilidad a la hora de resolver un conflicto que lejos está de una situación pre revolucionaria.
 
En cambio el PCR-CEPA sabe de negociaciones con el poder. De hecho ha logrado insertarse en la estructura institucional del Estado, sobre todo en las áreas educativas, y en particular en la UNT, con centros de investigación (sobre género o patrimonio cultural), y hasta fundar un instituto terciario. Sabe que el conflicto, en la actual coyuntura, sirve para arrebatarle algo “al sistema” pero no alcanza para derrotarlo.  Sus operadores ya trabajan en el levantamiento de las tomas de las facultades y analizan el día después.
 
Los perdedores
 
Poco queda en este conflicto para Movimiento Universitario SUR. Superado por sus propios votantes y por la acción de otras fuerzas de izquierda, tuvo que abandonar la conducción del centro de estudiantes de Psicología, dejarlo en manos de la CEPA (su aliado) y limitarse a realizar algunas declaraciones de apoyo a la toma como para mantener “las formas”. Es evidente que la alianza del partido Patria Libre con la Unión Cívica Radical y en particular con el senador José Cano, hizo mella en su construcción política y credibilidad en el movimiento estudiantil que le otorgó en tan sólo un año el triunfo en dos centros de estudiantes: Psico y Artes. 
 
En Filosofía, la conducción del centro de estudiantes está en manos de la agrupación Nueva Línea. Este frente, hoy superado por la asamblea se debate entre la adhesión a los nuevos referentes del P.O o la CEPA, y su extinción definitiva. Las tribulaciones de su mentor, el consejero superior Víctor Amaya y sus vacilaciones políticas oscilando entre el sciolismo y el kirchnerismo, lo dejaron sin reacción en un conflicto dominado por el discurso de la izquierda. ©eldiario24.com



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