22/05/2018

Argentina

El cura Ilarraz cumple su primer día de arresto domiciliario con tobillera electrónica

El sacerdote fue condenado a 25 años de prisión por abuso y corrupción agravada de menores y cumple su sentencia en Paraná.

Con tobillera electrónica, Ilarraz cumple su primer día de arresto domiciliario en Paraná
El cura fue condenado ayer a 25 años de prisión por abuso y corrupción agravada de menores.
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El momento en el que Ilarraz escuchaba la condena. CAPTURA DE VIDEO
Con tobillera electrónica y en un departamento ubicado en el microcentro de Paraná, el cura Justo José Ilarraz cumple su primer día de arresto domiciliario tras ser condenado ayer a 25 años de prisión efectiva por abuso y corrupción agravada de menores, informó una fuente judicial.
La tobillera que porta el sacerdote, que tiene prohibida su salida del domicilio sin orden judicial previa, es monitoreada por el Servicio Penitenciario de Entre Ríos.
Hasta que el caso tomó estado público, Ilarraz desempeñaba funciones pastorales en la Parroquia Sagrado Corazón, de Monteros, que depende de la diócesis de Concepción.
Ilarraz cumple prisión domiciliaria -hasta que su condena quede firme- en un departamento en Corrientes 328, ubicado frente a la escuela secundaria número 48, "Domingo Faustino Sarmiento", de importante matrícula en Paraná.
La resolución del tribunal determina que el cura debe cumplir su condena en "en el domicilio denunciado en autos, sito Corrientes 328, 6° A, de esta ciudad de Paraná, vivienda de la que no podrá salir sin orden judicial, bajo apercibimiento de revocarse este beneficio en caso de incumplimiento", según el escrito al que accedió Télam.
Los casos de abuso se registraron entre 1985 y 1993 en el Seminario de Paraná
El documento determina que deberá designar "el condenado la persona que efectuará la custodia" y comunicarse al Servicio Penitenciario provincial sobre estas medidas "a los fines de proveer los medios técnicos suficientes, tobillera o pulsera electrónica".
Los magistrados que condenaron a Ilarraz consideraron un "agravante" que el religioso fuera a su vez el responsable de la guarda y la educación de los niños abusados, en consonancia con lo pedido por los fiscales y la querella.
Ilarraz fue denunciado por siete hombres que en su adolescencia, cuando tenían entre 10 y 14 años y eran seminaristas en Paraná, fueron vejados por el cura que se desempeñaba entre 1984 y 1995 como preceptor en el Seminario Arquidiocesano Nuestra Señora del Cenáculo, de la capital entrerriana.
Los fundamentos del fallo condenatorio se darán a conocer el próximo 1° de junio, a las 8, en el Palacio Judicial de Paraná, donde se inició el juicio el 16 de abril pasado.

Con tobillera electrónica en un departamento en el microcentro de Paraná, el cura Justo José Ilarraz cumple este martes 22 de mayo su primer día de arresto domiciliario tras ser condenado el lunes a 25 años de prisión efectiva por abuso y corrupción agravada de menores, informó una fuente judicial.

La tobillera que porta el sacerdote, que tiene prohibida su salida del domicilio sin orden judicial previa, es monitoreada por el Servicio Penitenciario de Entre Ríos.

Hasta que el caso tomó estado público, Ilarraz desempeñaba funciones pastorales en la Parroquia Sagrado Corazón, de Monteros, que depende de la diócesis de Concepción.

Ilarraz cumple prisión domiciliaria -hasta que su condena quede firme- en un departamento en Corrientes 328, ubicado frente a la escuela secundaria número 48, "Domingo Faustino Sarmiento", de importante matrícula en Paraná.

La resolución del tribunal determina que el cura debe cumplir su condena "en el domicilio denunciado en autos, sito Corrientes 328, 6° A, de esta ciudad de Paraná, vivienda de la que no podrá salir sin orden judicial, bajo apercibimiento de revocarse este beneficio en caso de incumplimiento", según el escrito al que accedió Télam.

El documento determina que deberá designar "el condenado la persona que efectuará la custodia" y comunicarse al Servicio Penitenciario provincial sobre estas medidas "a los fines de proveer los medios técnicos suficientes, tobillera o pulsera electrónica".

Los magistrados que condenaron a Ilarraz consideraron un "agravante" que el religioso fuera a su vez el responsable de la guarda y la educación de los niños abusados, en consonancia con lo pedido por los fiscales y la querella.

Ilarraz fue denunciado por siete hombres que en su adolescencia, cuando tenían entre 10 y 14 años y eran seminaristas en Paraná, fueron vejados por el cura que se desempeñaba entre 1984 y 1995 como preceptor en el Seminario Arquidiocesano Nuestra Señora del Cenáculo, de la capital entrerriana.

Los fundamentos del fallo condenatorio se darán a conocer el próximo 1° de junio, a las 8, en el Palacio Judicial de Paraná, donde se inició el juicio el 16 de abril pasado.




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