14/12/2018

Tucumán

Un senador y uno de sus asistentes fueron denunciados por acoso y abuso sexual

La mujer afirma que el funcionario la acosaba por celular, hasta que en un encuentro intentó manosearla.
Un senador y uno de sus asistentes fueron denunciados por acoso y abuso sexual | El Diario 24 Ampliar (1 fotos)

Juan Carlos Marino, senador radical por la provincia de La Pampa.

Mientras muchas mujeres comienzan a empoderarse y deciden dejar de callar las aberraciones de las que fueron víctimas. Una empleada del Congreso acusó a un senador de la UCR, Juan Carlos Marino, de la provincia de La Pampa, y a uno de sus asistentes, por abuso sexual.

Nicolás Wiñazki informó en TN Central que la denuncia fue radicada este miércoles en la Fiscalía Federal Número 4, pero fue a sorteo y le tocó al juzgado de Ariel Lijo. El fiscal Federico Delgado es el que va a impulsar una acción para investigar al legislador.

Según lo que la mujer presentó ante la Justicia, hubo varios hechos de abuso en donde involucra a Marino y a un colaborador. TN Central accedió a la declaración de la denunciante en la que narró detalles de lo que padeció.

"El senador estipuló que mis funciones fueran desempañadas desde mi domicilio. Nunca tuve un trato de amistad ni de confianza, sí de respeto por su función", comentó en el texto presentado. "Ilusamente pensé que trabajar junto a él era el lugar indicado para mí. Para mí era un desafío profesional por mi formación académica. El senador nunca leyó ninguno de mis informes", aseguró.

Dentro de los detalles que dio figuran algunos mensajes que recibió a través de su teléfono. "Al mes de empezar a trabajar, comencé a recibir mensajes de WhatsApp a mi celular que conservo actualmente. En esos mensajes me decía '¿Dónde estás?' '¿Dónde vivís?' 'Voy a estar por allá; me doy una vuelta' 'Preparate, que voy a tu casa'. Me enviaba videos alusivos al sexo", manifestó.

También dejó aclarado que no tenía vínculo, ni de confianza, ni de amistad y recalcó que los mensajes se los mandaba "constantemente, varias veces por semana". Lo más fuerte de su relato tiene que ver con el momento en el que estuvieron sin una tercera persona. "Una vez que nos encontramos solos directamente me tocó los pechos y me preguntó cuándo íbamos a tomar un café, me dijo que aguardara su llamado que en cualquier momento nos veíamos", recordó.

"Los días siguientes a este episodio me llamó insistentemente a mi teléfono celular, para que nos veamos. Yo nunca atendí. Sentí asco y mucho miedo por lo que había sucedido", cerró.

 

 




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