"Fue muy maltratado por la madre", dijo el padre de Sebastián Villarreal, el agresor de la bailarina Julieta Antón

Walter Villarreal, padre de del agresor de la escuela de danza, dijo estar "muy sorprendido", pidió disculpas a las víctimas y alegó que su hijo tuvo "una mala niñez".

“Estoy muy sorprendido, asombrado, consternado”, dijo Walter Villarreal, padre de Sebastián Villarreal, quien el martes atacó con un cuchillo a Julieta Anton y Sofía Bovino en una escuela de danza.

“Les pido disculpas” a las víctimas, mencionó Walter. “No somos una familia de tener estos episodios. Lo siento mucho por ellas por esta situación que deben estar viviendo, que no es menor a la que estamos viviendo nosotros. También estamos mal”, agregó.

Según Walter, Sebastián era “un chico excelente, que siempre fue para adelante”. En sus declaraciones a C5N alegó que su hijo “fue muy maltratado de chico por la madre” y que recién cuando él y Marcos tuvieron diez años pudo obtener la tutela. “Tuvieron una muy mala vida de niñez pero a partir de que estuvieron conmigo, repuntaron muchísimo. Hicieron la facultad. Una vida normal…”, mencionó.

Según el padre, Sebastián y su hermano Marcos recibían constantemente “golpes en la cabeza con cosas contundentes” y “cachetazos” por parte de su madre, quien permanece internada en un neuropsiquiátrico hace más de 15 años.

“Cuando los pude recuperar, los llevé al Hospital de Niños por los golpes que tenían en la cabeza y para que les hagan los estudios neuropsiquiátricos pertinentes para saber cómo estaban con su mente. Los psiquiatras me retaron, me dijeron que les hacía perder el tiempo”, recordó.

Cuando Walter regresó a Neuquén, Sebastián y su hermano Marcos tenían 15 años y prefirieron terminar el secundario y quedarse a vivir en la casa de su abuela paterna en La Plata.

Según Walter, Sebastián “nunca contó” si sufrió abusos: “Me enteré por mi hijo porque se lo comentaron en la Fiscalía, él también se sorprendió”.

Por el momento, Sebastián Villarreal se encuentra internado e incomunicado: “Nadie me llama para decirme cómo está. Encontrarnos con esta situación nos descolocó a todos, nos cambió la vida”.