07/06/2017

Tucumán

Zecca afirmó que el sacerdote debe concientizar sobre el problema de la droga pero no denunciar

El Arzobispo saliente de Tucumán se refirió al caso de la muerte del cura Juan Viroche, y detalló los últimos contactos que mantuvieron.
Zecca afirmó que el sacerdote debe concientizar sobre el problema de la droga pero no denunciar | El Diario 24 Ampliar (1 fotos)

Alfredo Zecca, Arzobispo saliente de Tucumán.

El saliente Arzobispo de Tucumán, Monseñor Alfredo Zecca, fue entrevistado por el diario La Gaceta en una charla en la que dio detalles de los motivos de su pedido al Papa Francisco para abandonar su cargo, pero principalmente se refirió a la muerte del cura Juan Viroche.

"Lo más difícil ha sido decidir sobre otras personas" confesó Zecca y explicó que "un obispo tiene que hacerse cargo de las crisis de los sacerdotes, de las enfermedades de los curas".

"Yo con el padre Juan Viroche tenía una relación muy cercana, más que con otros curas" afirmó. "Lo mandé a La Florida porque tenía el perfil y él estaba muy contento. Siempre mantuvimos un diálogo por teléfono, yo lo acompañé, lo visité, por eso lamento que haya ido a verme ese miércoles. Me dijo: ‘me están persiguiendo’ por una denuncia de prostitución infantil en Delfin Gallo. ¡No me mencionó el tema de la droga! Yo le dije: Juan, andate ya, no te preocupés por la parroquia. Descansá y después vemos si volvés a La Florida. Él lo reconoce en un audio que circuló. Me dijo que quería estar en la fiesta patronal de ese fin de semana. Yo ya tenía nombrado el padre que iba a reemplazarlo. El lunes lo llamé al celular y ya no me contestaba. Le dejé un mensaje: 'Juan quiero saber como estás'. Me tortura saber cómo debe haber sufrido este muchacho".

En cuanto al rol que debe cumplir el sacerdote en estos casos, consideró: "La droga es uno de los grandes flagelos que tenemos en todo el país. Pero no es la misión del sacerdote denunciar a los dealers, eso le corresponde a los fiscales. La Iglesia va a prevenir y acompañar a la comunidad que está en riesgo, a los jóvenes que están en peligro de caer en la droga, pero no nos corresponde denunciar. Es a las fuerzas del orden que dependen del Ejecutivo y a las fuerzas de seguridad a las que les compete luchar contra el narcotráfico. Pero sí debemos hacer consciente el flagelo de la droga porque es una predicación integral del Evangelio. Yo no puedo predicar un Evangelio abstracto, o sea, la conversión personal, la salvación individual, sin hacerme cargo de lo que ocurre en la sociedad".

 

 





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