24/05/2017

Argentina

SOLO COMO UN PERRO

Empleados de un hospital denunciaron al "ocupa" Ricardo Barreda por amenazas de muerte

Un grupo de trabajadoras de ese centro de salud quiere que se vaya. Denuncian que el femicida atemoriza a las enfermeras y las maltrata. A una de ellas le dijo que le va a dar un escopetazo.
Empleados de un hospital denunciaron al ocupa Ricardo Barreda por amenazas de muerte | El Diario 24 Ampliar (1 fotos)

Desde agosto, le están tramitando la derivación a un geriátrico a través del PAMI y del Juzgado de Familia.

Ricardo Barreda está solo y nadie lo quiere a su lado. El hombre que mató a su mujer, su suegra y sus dos hijas no tiene dónde vivir. Por eso, hace al menos ocho meses se instaló en el Hospital Magdalena Villegas de Pacheco y no se quiere ir. Un grupo de trabajadoras de ese centro de salud quiere que se vaya. Denuncian que el femicida atemoriza a las enfermeras y las maltrata. A una de ellas le dijo que le va a dar un escopetazo.

"Cruzarme con él en el pasillo de mi querido hospital me resultó muy chocante. La sensación que tuve fue que me topé con un asesino", dijo Martín García, empleado del lugar. La enfermera Roxana Silvero contó indignada: "Se burla, se ríe y pasea como si fuera el dueño". Se quejan, además, de que Barreda usa el hospital como un hotel. "Ocupa una cama y en el distrito faltan cerca de 600 plazas", aseguran.


Barreda vive de

Desde agosto, están tramitando la derivación a un geriátrico a través del PAMI y del Juzgado de Familia. "Hasta no encontrar un resguardo, tengo que asegurar un resguardo dentro de la institución. Sino, sería abandono de persona", dijo Ávila. El médico evaluó que Barreda no tiene una patología en su salud mental y por eso no puede seguir en el hospital que dirige.


TRIPLE ASESINO:

El 15 de noviembre de 1992, Barreda mató a su esposa, su suegra y sus dos hijas con una escopeta porque, según él, lo humillaban. Cuando todo quedó en silencio, escondió el arma y los cartuchos que había usado en el baúl de su auto. Sacó cajones, rompió cosas, desordenó papeles, armó prolijamente el escenario de un robo y se fue, como si nada hubiera pasado, a buscar a su amante. Con ella pasó las siguientes seis o siete horas y recién cerca de la medianoche, volvió y llamó al servicio de emergencias: "Vengan, entraron ladrones y lastimaron a mi familia".

En 1995, fue condenado por el cuádruple crimen. En 2008 le concedieron la prisión domiciliaria en la casa de su pareja, Berta "Pochi" André , en Belgrano, y en 2011 la Justicia le dio la libertad condicional. Sin embargo, en 2014 le revocaron ese beneficio porque consideraron que la convivencia se había vuelto peligrosa para la mujer, que murió un año después.

A fines de 2015, ya con 80 años, el célebre odontólogo volvió a salir de la cárcel y se trasladó a Tigre, donde un amigo le alquiló una casa. Hace un año, la Justicia determinó que extinguió su pena de reclusión perpetua: Barreda es un hombre libre.

Una semana después de esa resolución, lo encontraron en un hospital, con signos de abandono y un nombre cambiado. La noticia se viralizó en las redes porque una usuaria de Facebook subió la foto del asesino y la acompañó con un texto donde pedía que "ayuden al abuelo".




Barreda es libre, pero no tiene adónde ir.





Recomienda esta nota: