"El cierre absoluto de las importaciones no se puede prolongar", señaló la canciller y aseguró que la movida del país de integrarse al mundo se ve positivamente, con gran interés.
La canciller Susana Malcorra asegura que les darán tiempo a los empresarios para su reconversión al nuevo modelo de Gobierno. Pero remarcó que luego de que eso ocurra, tendrán que abrir la entrada a productos del exterior.
"Es cierto que debemos fijar horizontes de aumento de la competitividad en sectores que lo necesiten. Eso se los dije a los empresarios, hay que darles tiempo de reconversión pero luego hay que empezar a abrir la entrada de productos", sentenció la funcionaria. Al respecto, señaló que tampoco el empresariado puede asumir que un cierre absoluto de importaciones se puede prolongar.
Luego de la gira del presidente Mauricio Macri por China, Malcorra destacó que el país asiático es un nuevo socio estratégico y remarcó que cuando uno se vincula a un nuevo socio tiene que entenderlo y saber cómo funciona. "China tiene una visión de muy largo plazo, miran sus asociaciones no por lo que va a pasar en los próximos 5 a 10 años, sino en 50 años", enfatizó la canciller en una entrevista que publicó el diario Clarín.
Reconoció que la mayor preocupación de los empresarios es verse inundados por productos chinos que compitan de manera desleal, no obstante aseguró que el presidente de ese país, Xi Jinping, fue muy abierto al decir que tienen intereses más complejos y más completos con la Argentina que generar una balanza comercial positiva enorme para China.
Consultada sobre qué visión tiene el mundo de la Argentina, la diplomática respondió que la movida del país de integrarse al mundo se ve positivamente, con gran interés, pero reconoció que también hay dudas con respecto al largo plazo. "La pregunta que se hacen es si esta transformación es un compromiso de la sociedad a largo plazo, de la dirigencia en su conjunto o si no forma parte de un ir y volver que ha caracterizado a la Argentina", enfatizó la canciller.
Sin embargo, aseguró que la inquietud no es por la gobernabilidad: "las dudas son por la convicción de si estamos dispuestos a dejar atrás este modelo esencialmente cerrado, que tiene que ver con visiones del mundo que no son proclives a la inversión".