11/04/2017

Indignante: familiares enterraron ellos mismos a una mujer fallecida

Por un problema burocrático, una familia tuvo que agarrar pico y pala y cavar una fosa y enterrar a su tía. Cuando llegaron al cementerio les dijeron que no había autorización para realizar el sepelio.

Familiares de una mujer fallecida en San Juan tuvieron que enterrarla ellos mismos porque la Municipalidad se olvidó de informar al cementerio sobre su sepultura. El hecho ocurrió en la localidad de Zonda.

"Es una vergüenza lo que nos han hecho. Los hijos y los familiares, amanecidos por el velorio, tuvieron que agarrar el pico y la pala que había en el cementerio y hacer el pozo para enterrar a mi tía", contó Rita Viviana Elizondo, sobrina y ahijada de Mary Elisabeth Pereyra, la mujer fallecida. 

"En la municipalidad nos atendió un señor Elizondo. Nos dijo que estaba a cargo de Rentas. Nos cobró y nos dijo que no nos hiciéramos ningún problema que a las 18 horas iba a estar todo listo. Pero cuando llegamos, en el cementerio había un empleado que no sabía nada. No nos quería abrir. Nos dijo que no habían hecho la fosa porque nadie les avisó", recordó, con bronca y dolor, la ahijada de la fallecida, al diario Tiempo de San Juan.

Como el cajón de la señora Pereyra era de tamaño grande, porque el cadáver se había hinchado, no podían depositarlo en un nicho común, sí o sí debía ir a la fosa en la tierra.

"Nos dijeron que dejemos a mi tía en la pieza que guardaban las herramientas, ¿usted puede creer? Cuando vimos lo que era esa pieza... ¡una mugre! Como nadie nos daba respuesta, agarramos nosotros mismos los picos y las palas que tenían guardado y los familiares y los hijos hicieron la fosa y la enterramos", contó Rita Elizondo.

"El señor Elizondo nos pidió disculpas. Dijo que fue un error suyo. Dijo que se había olvidado de avisar a los empleados del cementerio que tenían que hacer la fosa. Dice que él se tuvo que ir del trabajo porque tiene una hija internada. ¡Cómo no nos dice y nosotros la velamos un día más! Estamos indignados", cerró la ahijada de la mujer fallecida.

Mary Pereyra tenía 48 años y era madre de siete hijos, vivía en Concepción, donde fue el velatorio. La mujer había sido internada en el Sanatorio Mayo y se contrajo un virus que empeoró su salud, según sus familiares. Por eso la derivaron al Terapia Intensiva del Hospital Rawson, donde estuvo internada dos meses. Falleció el domingo último.