Fue instaurado por el Congreso Forestal Mundial en 1969 para recordar lo imprescindibles que son estos seres vivos en nuestra vida y en la vida del planeta.
El 28 de junio es el Día Mundial del Árbol. Son símbolos que se relacionan con naturaleza, el equilibrio y la ecología. Estos gigantes compañeros han estado a nuestro lado desde el principio de los tiempos, aportándonos sombra, casa, alimento, oxígeno y comida.
Mediante la fotosíntesis, los árboles brindan oxígeno a la vez que eliminan el dióxido de carbono (gracias a este proceso tenemos un aire más limpio), su sola presencia protege al suelo de la erosión, actúa de pantalla contra el viento y regula el clima.
Por esto, y por muchísimo más el día 28 de junio se conmemora el Día Mundial del Árbol, que fue instaurado por el Congreso Forestal Mundial en 1969; un día no es más que una excusa para recordar lo imprescindibles que son estos seres vivos en nuestra vida y en la vida del planeta.
Un solo árbol es un complejo ecosistema que mantiene a numerosas especies de invertebrados (insectos, arácnidos, miriápodos), así como vertebrados (aves, reptiles y mamíferos), que encuentran en él su alimento, por medio de las hojas, yemas, brotes o frutos, y refugio.
Sobre su corteza crecen hongos, líquenes y plantas parásitas (que se nutren de su savia) y epifitas (crecen sobre ellos, pero no les hacen daño), como las lianas, que los utilizan como punto de apoyo para acceder a las alturas donde abunda la luz. Entre las raíces abundan las larvas de los insectos, gusanos que viven en el subsuelo, los ácaros y los roedores.
Otras conmemoraciones del 28 de junio:
Es el Día Internacional del Orgullo LGBT, de la Diversidad Sexual, en Perú del Cebiche y en Honduras del Ave Nacional y el Mamífero Nacional: la guacamaya roja y el venado cola blanca.
Los católicos recuerdan a los santos Argimiro, Heimerado, Ireneo de Lyon, Juan Southworth, María Du Zhaozhi, Paulo I Papa y Vicenta Gerosa y a la beata María Pía Mastena.
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