Jacques Hamel fue asesinado este martes mientras celebraba misa, tenía 86 años y era muy conocido en la zona.
Dos hombres irrumpieron este martes en una iglesia de la ciudad francesa de Normandía, tomaron de rehenes a los feligreses y asesinaron al sacerdote Jacques Hamel, de 84 años. Luego fueron abatidos por la Policía. Hamel, era sacerdote de la parroquia de Saint-Etienne-du-Rouvray en Rouen, y era muy conocido en la zona.
"Era anciano, pero siempre estaba disponible con todos, era un buen sacerdote que hizo su trabajo hasta el último momento", contó una mujer devota de la iglesia. Asimismo, uno de sus pares destacó sobre su labor: "Era muy valiente para su edad. Los sacerdotes tienen el derecho de retirarse a los 75 años, pero él prefirió trabajar en el servicio de la gente, porque aún se sentía fuerte", reprodujo el diario Le Figaro.
Hamel, que nació en 1930 en Darnétal, Seine -Maritime y había sido ordenado sacerdote en 1958, vivía en la rectoría de la parroquia y "era un cura extraordinario", según relató Danielle, la monja que pudo escapar del ataque y avisar a las autoridades sobre lo que estaba ocurriendo.
"Es todo lo que puedo decir. El padre Jacques es muy grande", expresó la religiosa que consiguió huir de la iglesia. Además contó que los dos terroristas hicieron arrodillarse al sacerdote antes de degollarlo y grabaron el crimen en un video. Los hombres forzaron al sacerdote Jacques Hamel, de 84 años, a arrodillarse, y cuando este intentó defenderse "allí comenzó el drama", relató la monja.
"Se grabaron en video. Hicieron una especie de sermón en torno al altar en árabe. Fue horroroso", dijo Danielle, quien agregó que ella consiguió huir en el momento en que los hombres atacaron al sacerdote, tras lo cual pudo dar la alerta a una persona que circulaba en coche.