30/09/2017

Una niña de 10 años filmó su propio abuso para poder denunciarlo

El acusado de 62 años solía someter sexualmente a la criatura cuando quedaban a solas y gracias a las grabaciones pudo ser detenido y encarcelado en Uruguay. Piden que se escuche a los menores.

Un conmocionante caso que salió a la luz en los últimos días revela en grado de vulnerabilidad y desprotección al que pueden estar sometidos los niños frente al abuso de los mayores de su entorno.


El hecho ocurrió en Uruguay, donde dos niñas de 10 años planearon la forma de obtener pruebas del abuso del que eran víctimas por parte del abuelo de una de ellas. Según la Fiscalía de ese país, el hombre abusó sexualmente de una de ellas durante un año y para denunciarlo, la víctima se sometió a un nuevo abuso para grabarlo y comprobar el crimen.


La Fiscalía General de Uruguay relató en un comunicado este 22 de septiembre que en la ciudad de Artigas (a unos 600 kilómetros al norte de la capital Montevideo), una niña de 10 años iba frecuentemente a la casa de su amiga de la misma edad para jugar y escuchar música.


A cargo de ellas estaba un hombre de 62 años que, aprovechando que estaba solo en su casa pues su esposa trabajaba, enviaba a su hija al almacén y se quedaba solo con la otra menor, según cuenta la Fiscalía. Cuando estaban solos el hombre le “manoseaba sus genitales”, agrega la Fiscalía. Esto ocurrió de manera reiterada durante un año, según el ente investigador.


En algún momento la hija del supuesto abusador se dio cuenta de los hechos y le dijo a su amiga que "tiene miedo" de su padre, relata la Fiscalía. La hija del hombre le dice a la otra niña que ya sabe lo que está pasando con su padre, pero que nadie les va a creer, a menos que tengan una prueba para denunciar el hecho. Y eso es lo que hacen: “Ambas planean filmar tal situación, lo que logran luego de varios intentos”, dice la Fiscalía.


Las niñas -que no han sido identificadas- filmaron los abusos con una "Ceibalita", como se conoce a las computadoras portátiles que el Estado uruguayo le entrega a todos los estudiantes, como parte del Plan Ceibal. Una vez con la prueba del delito en sus manos, la víctima le muestra a su tía y a su padre lo que ocurrió. El padre de la víctima radica una denuncia penal contra el abusador, aportando estas pruebas.




“Este caso en especial fue muy doloroso y debería avergonzarnos a todos, porque la propia víctima, una pequeña de tan solo 10 años se sometió voluntariamente al abuso para obtener una prueba para que los adultos creyéramos en ella”, dijo la fiscal departamental de Artigas Mariela Nuñez en un comunicado.


El presunto abusador, un hombre de 62 años que fue identificado por las autoridades como JCSB, fue privado de su libertad y enfrenta cargos por “reiterados delitos de atentado violento al pudor agravado”, según informó la Justicia. Podría pagar hasta seis años de cárcel por este delito, según el Código Penal de ese país.


La Fiscalía lamentó el hecho de que las niñas hubieran tenido que someterse a este tipo de abusos para que su versión de los hechos fuera creída. “Esta acción tan valiente de una niñita abusada debería servir no solo para que se haga justicia, sino para que toda la sociedad tome conciencia de que estas cosas pasan con más frecuencia de la que creemos y que los niños no mienten, no inventan, y que ante una situación de abuso, aunque crean que no existen pruebas, siempre deben denunciar”, dice el comunicado.


La Fiscalía pidió que el Estado haga un seguimiento de la situación de las dos niñas involucradas en este caso, que -según algunos medios- estarían recibiendo asistencia psicológica. También pidió que quienes sospechen de un caso de violación hagan la denuncia, "aunque crean que no existen pruebas".