Opinión
Nueva clasificación del reino animal según sus apologistas
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Nueva clasificación del reino animal según sus apologistas
Igual a los derechos humanos, los defensores de los animales tienen héroes, no tan héroes y villanos. En lo más alto de la cima, las ballenas, defendidas por Greenpeace, organización responsable de dañar las líneas de Nazca. Luego delfines, yaguaretés, tortugas de tierra y marinas, caballitos de mar y últimamente tiburones de la tele, escoltados por hombres rana, disfrutando de su dulce compañía.
La segunda categoría son las mascotas: perros y gatos, aunque en Estados Unidos y Europa, también usan cerdos para compañía de cristianos. Son considerados casi humanos. En estos tiempos nadie se reirá si alguien dice: “Mi perro es muy inteligente”. Yo me carcajeo, pero por abajito, mirá si me meten preso.
Vegetarianos y veganos no se alimentan con nada con ojos. Los que tienen ojos son vacas, cerdos y gallinas principalmente y también cabras y ovejas. No cuentan los gusanitos lechugueros pues nadie sabe si ven por las antenas o por dónde. Tampoco comen quirquinchos, tan ricos al rescoldo ni iguanas, palomas, perdices, charatas, chajás, patos. Aquí figuran todos los bichos que caminan y según el Martín Fierro, van (deberían ir) a parar al asador.
A la cola vienen cucarachas, moscas, mosquitos, alacranes, ácaros, hormigas, víboras, avispas, arañas, bichitos de luz, polillas y toda sabandija de menos de cinco centímetros de diámetro o grosor. Para ellos existe solamente la justicia del venenoso Raid, el aleve chancletazo, el aplauso con odio o el palo en la cabeza, qué tanto.
Quedan afuera los del África, pero sólo son carne de documental de Animal Planet. Tampoco cuentan los del Asia y Oceanía, más raros que no sé qué. Y otros más, pero no me acuerdo.
