10/03/2023

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Sociedad

¿Qué es mejor para la depresión y ansiedad? El ejercicio físico o los medicamentos

La actividad física como primera opción para mejorar la salud mental, según una revisión de estudios.

La ansiedad y la depresión son trastornos mentales comunes que afectan a millones de personas en todo el mundo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 5% de los adultos en todo el mundo padecen depresión, mientras que la ansiedad es el trastorno de salud mental más prevalente. La pandemia de COVID-19 ha aumentado aún más las tasas de angustia psicológica.

Una nueva revisión publicada en el British Journal of Sports Medicine concluye que el ejercicio físico debe ser el tratamiento principal para la depresión y otros trastornos de salud mental. El equipo de investigadores de la Universidad de Australia del Sur (UniSA) analizó 97 revisiones, 1039 ensayos y 128 119 participantes, lo que la convierte en una de las revisiones más completas hasta la fecha sobre el vínculo entre ejercicio y salud mental.

Según los hallazgos del estudio, la actividad física puede aliviar los síntomas leves a moderados de depresión, ansiedad y angustia psicológica. Además, se descubrió que el ejercicio es 1,5 veces más efectivo que el asesoramiento y los medicamentos para mejorar la salud mental. 

Las intervenciones de ejercicio de 12 semanas o menos fueron particularmente efectivas para reducir los síntomas de salud mental, superando a las alternativas farmacológicas o de terapia.

El fisiólogo clínico del ejercicio Ben Singh, del equipo de la Universidad de Australia del Sur (UniSA), ha destacado la importancia de la actividad física para mejorar la salud mental, y ha subrayado que no es necesario hacer mucho ejercicio para obtener beneficios. 

Según estudios anteriores, el ejercicio puede ser tan beneficioso como la psicoterapia o el tratamiento farmacéutico para pacientes con depresión, ansiedad y otros trastornos de salud mental. Sin embargo, aunque existe evidencia de la efectividad del ejercicio, este no se ha utilizado ampliamente como tratamiento de primera elección.

La amplia variedad de tipos de actividad física, intensidades, subgrupos de población y grupos de comparación en los estudios individuales ha dificultado la interpretación de la evidencia sobre la eficacia del ejercicio en el tratamiento de los trastornos de salud mental por parte de los médicos. 

Para abordar esta cuestión, Singh y su equipo llevaron a cabo una revisión general, que examinó una colección de revisiones para proporcionar una imagen general de lo que dice la investigación existente sobre el tema. Este tipo de estudio es útil para proporcionar una cobertura general de toda la evidencia disponible sobre un tema específico.

Encontrar el equilibrio

El equipo de investigación llevó a cabo una revisión general de todos los estudios elegibles publicados hasta 2022 a partir de 12 bases de datos electrónicas, analizando un total de 97 revisiones y más de 1,000 ensayos con más de 128,000 participantes. 

En comparación con la atención habitual, encontraron que el ejercicio era 1,5 veces más efectivo para mejorar los síntomas de depresión, ansiedad y angustia psicológica que la terapia de conversación o la medicación. Además, encontraron que todos los tipos de actividad física y ejercicio eran beneficiosos, incluyendo yoga, entrenamiento de resistencia, Pilates y caminar.

Los diferentes tipos de entrenamiento parecían tener diferentes efectos en la reducción de la ansiedad y la depresión. Por ejemplo, el yoga y otros ejercicios de relajación más enfocados en la mente y el cuerpo ayudaron a reducir la ansiedad, mientras que los ejercicios de resistencia fueron más efectivos para la depresión. 


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Además, los ejercicios de mayor intensidad tuvieron mayores mejoras para la depresión y la ansiedad, mientras que los ejercicios más largos tuvieron efectos menores en comparación con los ejercicios de duración corta y media.

El equipo de investigación sugiere que este hallazgo puede deberse a que a las personas les resulta difícil seguir programas de ejercicio más largos, lo que puede afectar los beneficios psicológicos.

Según el estudio, se observó una mayor mejoría en las mujeres embarazadas o recién paridas, personas con VIH, enfermedad renal y depresión, así como en aquellas personas que gozan de buena salud. 

Los expertos sugieren que esto podría deberse a que estas poblaciones son más propensas a experimentar altos niveles de depresión y ansiedad, y a tener niveles más bajos de actividad física, lo que les permite tener más margen de mejora en comparación con las poblaciones que no tienen problemas de salud mental.

Aunque se ha enfocado principalmente en describir la depresión leve a moderada, se necesita más investigación en diversas áreas de la salud mental para obtener conclusiones más sólidas. 

Esto no significa que los medicamentos y la terapia no sean tratamientos importantes para muchas afecciones de salud mental, sino que el ejercicio también es un tratamiento valioso y merece una mayor atención.

"El estudio concluye que la actividad física es altamente beneficiosa para mejorar los síntomas de depresión, ansiedad y angustia en una amplia variedad de poblaciones adultas, incluyendo la población general, personas con trastornos de salud mental diagnosticados y personas con enfermedades crónicas", afirmó Singh. "Sin embargo, esto no debe ser considerado como una alternativa a las psicoterapias o la medicación, sino que se debe proporcionar más herramientas a los especialistas para ayudar en la recuperación de la salud mental de sus pacientes". 

Timothy Olds, Rachel Curtis, Dorothea Dumuid, Rosa Virgara, Amanda Watson, Kimberley Szeto, Edward O'Connor, Ty Ferguson, Emily Eglitis, Aaron Miatke, Catherine EM Simpson y Carol Maher también participaron en esta investigación.




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