Bariloche sigue dominada por la violencia

Bariloche sigue bajo una ola de violencia luego de las tres muertes ocurridas en las últimas horas. En la tarde de este viernes, grupos de manifestantes apedrearon el Centro Cívico y enfrentaron a efectivos de Infantería, que respondieron con gases y balas de goma. Otro grupo volvió a protestar frente a la comisaría 28ª, donde se desempeñaba el suboficial que el jueves mató de un balazo en la nuca a un adolescente de 15 años.
Los manifestantes llegaron al Centro Cívico pasadas las 17, quemaron neumáticos y apedrearon distintas dependencias oficiales. Policías del grupo especializado BORA reprimieron con gases lacrimógenos y balas de goma y realizaron detenciones.
Más temprano, manifestantes arrojaron piedras contra el frente de la comisaría 28ª, donde prestaba servicio el cabo que mató de un disparo al adolescente de 15 años, y los efectivos respondieron con gases lacrimógenos y disparos de Itaka al aire.
El incidente se inició cuando un grupo de personas, que al mediodía había realizado una manifestación en el Centro Cívico, se sumó a la protesta que realizaban vecinos del Barrio Altos en la seccional. La reacción policial generó corridas del millar de personas que estaban presentes y, como represalia, un amplio grupo de vecinos cortó la ruta nacional 40, en el tramo que va de desde Bariloche hasta El Bolsón.
Al mediodía, alrededor de 300 manifestantes de entidades de derechos humanos y agrupaciones de izquierda, se concentraron en el Centro Cívico y criticaron el accionar de la policía en la represión que siguió al asesinato del adolescente Diego Bonefoi, en el barrio Boris Furman.
Unos 40 manifestantes ingresaron a la comisaría 2ª, donde permanecieron gritando consignas contra la policía y se enfrentaron a unos 30 efectivos, quienes mediante un cordón humano lograron echarlos. Luego algunos de ellos rompieron los vidrios de dos ventanas y otros arrojaron algunas piedras a los uniformados, pero los mismos organizadores de la marcha consiguieron contenerlos, sin que se produjeran heridos.
Según la versión policial, Bonefoi huía el jueves a las 4.40 tras un robo en el vecindario, y un cabo de la Comisaría 28 -cuya identidad no fue informada- lo alcanzó y se trenzó en una pelea corporal, momento en el que se le escapó un tiro.
El juez Martín Lozada dispuso la inmediata detención del policía implicado, y el secuestro de las armas de él y sus compañeros de operativo. Luego, familiares y allegados a la familia Bonefoi atacaron la comisaría 28ª a pedradas, y la policía reforzó la unidad, marco en el que surgieron graves incidentes que se extendieron todo el día, y en el que murieron baleados un chico de 16 años y un hombre de 28.