Indagaron a los inspectores que estuvieron en la fiesta Time Warp

Los inspectores designados por la Agencia Gubernamental de Control (AGC) para controlar que se cumplan las normativas en la Time Warp fueron indagados por el juez Sebastián Casanello para explicar por qué no registraron faltas en su acta.

Apuntaron, además, a su jefe: Claudio Iacobaccio, gerente operativo de Eventos Masivos de la AGC, que aparentemente estaba en la fiesta de Costa Salguero. Al igual que otro de sus superiores, el inspector Fernán García Vázquez.

Tras la revelación de Gustavo Herms, Néstor Cell y Pablo Fontanellas, Iacobaccio y García Vázquez fueron llamados a indagatoria por Casanello, indicaron fuentes de la causa al diario Perfil.

El gerente de Eventos Masivos de la Ciudad de Buenos Aires deberá declarar a qué hora se retiró y por qué no notó las irregularidades, como las fallas en el plano de evacuación, de la ausencia de agua en los baños y el hacinamiento.

Sin embargo, a diferencia de los inspectores que firmaron el acta, Iacobaccio y Fernán García Vázquez asistieron al evento como particulares y no al servicio del área que los emplea.

Desde la entidad indicaron que durante la recorrida, los inspectores designados observaron un bidón de agua entre los dos vips. Dijeron, además, que el agua corría en los baños y que la venta de droga “no la notaron” y “que está fuera de su alcance”. Es decir, que no pueden sancionar esa actividad. Sobre las personas que asistieron al evento, aseguraron que “visualmente” detectaron “10 mil personas” –tal como declararon los organizadores– a las 3 de la madrugada, “tal vez dos o tres mil más”. Por eso no constaron el exceso de personas presentes.

Iacobaccio, que fue denunciado por La Alameda y el legislador Gustavo Vera por enriquecimiento ilícito la semana pasada, es arquitecto y fue ascendido a gerente de la AGC en 2011. Desde entonces, su patrimonio habría aumentado considerablemente, según los datos de la ONG.   

Desde la AGC indicaron que el titular de la entidad suspendió al gerente de Eventos Masivos y que se abrió un sumario interno, a raíz de la denuncia de Vera y su fundación.

Los testigos que declararon en la causa coincidieron en que “ni bien se entraba al sitio, los vendedores de drogas recibían a la gente ofreciendo: keta, lcd, éxtasis, cocaína y superman” y que “el lugar se encontraba hacinado, con poca ventilación y mucho calor. Estos factores fueron provocando reacciones en los concurrentes, como por ejemplo, principios de asfixia”. Además, “también se cortó la red de  agua corriente a la madrugada”. Nada de esto notaron los inspectores presentes. (perfil.com)