28/09/2016

Argentina

Cabandié aseguró que "los países más desarrollados no usan el voto electrónico"

El diputado por el FPV reafirmó su rechazo al proyecto del oficialismo y advirtió que "tecnología e informática no son sinónimos de trasparencia".

El diputado nacional por el FpV Juan Cabandié reafirmó su rechazo al voto electrónico al participar junto al especialista en seguridad informática Enrique Chaparro y al politólogo y periodista Ari Lijalad de la charla “Voto electrónico, ¿ágil y transparente o caro y fraudulento?", realizada en el Instituto Patria.


“De los 20 países más desarrollados del mundo, sólo uno utiliza el voto electrónico, que es Estados Unidos, y lo hace en forma parcial. La experiencia internacional está llena de rechazos a este tipo de sistemas”, afirmó el dirigente kirchnerista.


"El macrismo dice que el sistema es transparente, pero los técnicos informáticos muestran que eso es mentira”, disparó. Además, explicó que "tecnología e informática no son sinónimos de trasparencia". "Si entre la decisión del elector y el conteo final hay una máquina tenemos un problema", agregó, "ya que ésta puede ser vulnerada y alterado el resultado electoral".


Cabandié enumeró una serie de vulnerabilidades del voto electrónico: “La boleta electrónica tiene un chip, que con un celular se puede alterar, producir un ´multivoto´ y multiplicar hasta 12 veces un sufragio. Además, uno de los argumentos para defender el voto electrónico es que termina con un supuesto sistema de control electoral en manos de punteros, sin embargo, el nuevo sistema, lejos de evitar esas prácticas, las vuelve más fáciles de hacer, ya que también se puede controlar con un celular a quién voto cada elector.”


Por último, recordó que “el Gobierno dice que va usar un sistema elaborado en Corea del Sur, pero en ese país no usan el voto electrónico para votar”, ante lo cual propuso “generar conciencia, y torcer la decisión del macrismo, porque el voto electrónico termina con el secreto del sufragio, es imposible de auditar en su funcionamiento, y es extremadamente vulnerable. En definitiva, detrás de ese discurso banal de la supuesta modernidad, se esconde un sistema que es muy riesgoso para la democracia”.






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